El mal aliento, o haliatosis, puede surgir por falta de higiene o por algún problema de salud; normalmente es algo sencillo de corregir, pero es aconsejable acudir con un especialista para que brinde el tratamiento adecuado.
Para prevenirlo es indispensable mantener una limpieza bucal impecable; hay que cepillar meticulosamente los dientes, la cara interna de las mejillas y la lengua, además de usar hilo dental. Además, es vital acudir periódicamente al odontólogo.
Estas son las causas más comunes por las que alguien padezca mal aliento.
Alimentos
El mal aliento es ocasionado por bacterias que se alojan en la boca generadas, a su vez, por la descomposición de comida que se queda alojada en rincones de difícil acceso.
Algunos alimentos de sabor fuerte, como la cebolla, el ajo y algunas especias pueden aumentar la probabilidad de tener mal aliento.
Encías infectadas
Cuando no se lavan los dientes de forma correcta, o no se usa hilo dental, la placa, es decir los restos de alimentos, saliva y microbios, ocasionarán sarro. Esto puede dañar y hasta infectar el tejido de las encías, lo que provoca el mal aliento.
El sarro podría llegar a dañar el hueso y propiciar la caída del diente. Por su dureza, solo puede ser eliminado por el dentista y sus utensilios.
Resequedad
La saliva tiene dos funciones, por un lado permite el paso de los alimentos y su digestión; por otro, ayuda en la limpieza de la boca, eliminando una gran cantidad de bacterias.
La ausencia de saliva favorece la producción de bacterias, lo que provoca mal aliento e infecciones dentales.
En ocasiones la boca se seca, por ejemplo, por las noches, al dormir con la boca abierta, por ello al despertar solemos hacerlo con mal aliento.
Tabaco
Si el olor del cigarro se impregna en la piel, el cabello y la ropa, debido al alquitrán y otros aditivos, imagínate en la boca. Además, el tabaco daña los dientes y encías con enfermedades como gingivitis o periodontitis.
También produce sequedad en la boca, irritación de las mucosas y de las vías respiratorias.
Problemas del tracto digestivo
La falta de alimento, aparición de úlceras estomacales y el reflujo son algunos de los problemas intestinales que tienen como una de sus consecuencias el mal aliento.