El dogging es la práctica sexual que consiste en tener sexo en lugares públicos y sin compromisos en presencia de otros a quienes también gusten de realizar esta práctica.
Los lugares más frecuentes que visitan los amantes del dogging son las playas, bosques, baños públicos e incluso construcciones abandonadas.
El origen de su nombre es bastante curioso, pues se llama así por la famosa posición del perrito, ya que es la más utilizada al tener relaciones sexuales en vía pública por la comodidad y la brevedad del momento.
Y también porque en un principio era común que ‘los mirones’ pasearan a sus perros en las noches con la intención de encontrarse a alguna pareja casual en pleno agarrón.
La mayoría de estos encuentros se acuerdan a través de páginas de Internet y redes sociales. El trámite es sencillo. Los interesados quedan en dónde, a qué hora y las señales que utilizarán para reconocerse.
Si los cristales están cubiertos significa que la pareja no quiere mirones, si las luces están encendidas es que pueden ver desde cerca, si la ventanilla está abajo pueden tocar y si la puerta del vehículo está abierta pueden integrarse a la acción.
¿Te atreverías a probarlo?