Si aun no tienes planes para San Valentín ni con quien pasarlo, o simplemente decidiste no salir este día, no te preocupes, este es el pretexto perfecto para disfrutar de tu soledad y consentirte.
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Inicia con toda la actitud
Comienza el día con tu desayuno favorito, prepárate unos ricos pancakes o un omelette con tus ingredientes favoritos.
O mejor aún, como este día es para consentirte, date el gusto de comprar tu comida favorita si es que no sueles hacerlo; si no tienes tiempo o no quieres comer en el restaurante, pídelo a domicilio o cómpralo camino a tu trabajo.
Ejercítate
Si, el ejercicio es parte de darle cariño a tu cuerpo, así que toma al menos unos 30 minutos del día para salir a correr, hacer alguna rutina de yoga, andar en bici, o si tienes la oportunidad, ir a nadar.
Si no sueles hacer mucho ejercicio no lo veas como tortura o un sacrificio, se trata de algo que puede traer grandes beneficios a tu cuerpo y salud; además de que reduce la culpa si entre tus planes está no preocuparte tanto por la dieta.
Aprovecha para embellecerte
Usa este día de pretexto para ir a una sesión de Spa, pide algún tratamiento para la piel o un buen masaje relajante.
Si no tienes tiempo o no es lo tuyo, hazlo en casa. Prepara esa mascarilla que no has tenido tiempo de usar y dale a tu piel el cuidado que merece.
Noche de pelis
Nuevamente prepara o pide tu comida favorita o algún snack, compra una botella de tu vino favorito o prepara un té. Ponte cómodo en tu cama, es el momento perfecto para que disfrutes contigo mismo de tu película o serie favorita, esa que no te cansas de ver.
Ó por el contrario, es el día para ver la película que tantas ganas has tenido de ver pero que, por falta de tiempo o la diferencia de intereses con quien sueles salir, no lo has hecho.