El cine desde sus inicios, allá por el 28 de diciembre de 1895 con las primeras proyecciones de los hermanos Auguste y Lumière, no ha dejado de expandirse por todo el mundo despertando los sentimientos más intrínsecos, personales y reflexivos de quienes lo ven.
Uno de los mayores poderes del cine, las películas o las historias audiovisuales es la posibilidad de permitir al espectador adentrarse en un nuevo mundo en unas horas o minutos y desconectar de la rutina, del día a día y del estrés que produce la inmediatez en la que vive inmersa la sociedad. Muchos amantes del cine consideran esta herramienta como una especie de llave mágica que permite vivir una experiencia única, incluso hay quienes afirman que nadie es igual después de ver una película, documental o serie, siempre hay una pequeña moraleja que el espectador se queda para él.
Ahí reside la magia del cine, en despertar sentimientos y emociones, desde la alegría hasta el enfado, que causen en el espectador la sensación de que su vida no sería igual si no hubiese visto esa película, o al menos, que le ha ayudado aunque sea para reír y dejar a un lado los problemas propios del día a día. De hecho, son muchas las frases que han hecho historia a modo reflexión como “El pasado puede doler, pero, tal como yo lo veo, puedes
huir de él o aprender”, de la película infantil del Rey León.
Ya sea por el entretenimiento, la diversión o el aprendizaje, la realidad es que la industria cinematográfica no deja de crecer y no solo a través de la pantalla. Las películas y series han ayudado mucho a las personas a conocer historias o situaciones ajenas a su vida, desde cómo vivir en el extranjero, cómo disfrutar de un retiro espiritual y hasta cómo jugar al
video poker sin ser un principiante.
La historia del cine LGTB+
Como dice la famosa canción del estadounidense Eladio Carrión, “Te quiero más que ayer y mucho menos que mañana. Yo no pido mucho, solo quiéreme como yo te quiero”. Una oda al amor, ese amor que nos han contado desde pequeños. Un amor sano, basado en la confianza, el respeto, la empatía, la bondad y la libertad. La libertad de elegir cómo, cuándo,
dónde y con quién disfrutar de la belleza de amar, querer y ser feliz.
En defensa de estos principios y como una especie de bandera y defensa por el amor libre sin importar el género y la edad, llega en 1919 la película “Alders als die Ander”, traducida como “Diferente a los demás”. Una apuesta cinematográfica del director Richard Oswald y desarrollada en Alemania que ha pasado a la historia del mundo del cine como la primera
película gay de la historia.
La importancia del cine LGTB se ha hecho vital en este sector donde los guionistas, directores, actores, actrices, técnicos e incluso el público pretenden experimentar en tercera persona historias reales, más o menos cercanas a la ficción. Así, el cine LGTB rompe con esa frontera de una historia de amor perfecta, idílica y de en sueño entre un hombre y una
mujer, dando paso a un amor libre que refleja diferentes situaciones, obstáculos e inconvenientes de los protagonistas.
Las mejores películas LGTB+ de la historia
Al igual que hay listas de las mejores películas de la Primera Guerra Mundial, de la historia de muchos países, de éxitos gastronómicos y de descubrimientos de la ciencia, merece destacar un grupo de películas que han dado visibilidad a un amor que no entiende de roles, juicios ni estigmas. Este género cinematográfico, porque así se considera según los
expertos del gremio, pone voz a historias que ayudan a personas del colectivo a sentirse identificadas en ciertas situaciones del día a día. Al fin y al cabo ese es el objetivo del cine: apelar a los sentimientos más profundos para cambiar un poquito el mundo, exterior o interior.
Estas películas muestran que hay más vida aparte de las relaciones heterosexuales y las historias cuyos protagonistas son personas cisgénero, una puerta que se abre a diferentes opciones de relatos sexoafectivos y con las que muchos espectadores se sienten identificados.
“La ley del deseo” y “Dolor y Gloria”
El célebre Pedro Almodóvar siempre ha sido un gran representante del cine queer desde el inicio de su carrera profesional. Con la ayuda de actores famosos como Antonio Banderas. La ley del deseo se centra un triángulo amoroso entre tres perfiles de personas muy diferentes entre sí, fuera de los estándares estipulados y más real de lo que pueda parecer.
La llamada
Puede considerarse una de las mejores películas de la historia del cine español. Un musical que habla sobe el amor, la amistad, la fe y conocerse a uno mismo, bajo la dirección de los famosos Los Javis.
Elisa y Marcela
Una película en blanco y negro, al más puro estilo del cine antiguo y perteneciente a Isabel Coixet. Una historia no convencional donde el principal protagonista es el amor, un amor que no entiende de barreras y capaz de todo. Un amor entre dos mujeres gallegas en un momento de la vida y en una época donde su amor no estaba permitido ni bien visto por la
sociedad.
Call me by your name
Luca Guadagnino es para muchos amantes del cine, directores y guionistas la cuna del amor LGTB. Sin duda está en el top tres de películas de amor LGTB+. Un romance lleno de drama que ejemplifica la complejidad que la sociedad pone a este tipo de historias. Un escenario perfecto para el amor, ambientado en el norte de Italia y muy similar a la famosa serie Heartstopper de Netflix.
Duck Butter
Esta película de Miguel Arteta revolucionó las pantallas en 2018 de la mano de Alia Shawkay y Laia Costa. Una historia divertida y atípica donde mujeres infelices en sus rutinas deciden pasar 24 horas juntas compartiendo intimidad para descubrir si quieren cambiar de estilo de vida y de gustos heterosexuales.