Tal vez conozcas una persona que parece tener todas sus decisiones muy claras, o tal vez eres tú quien está al extremo de nunca estar seguro de asumir una elección.
Para algunos, tomar una decisión se puede volver un verdadero suplicio. Cosas simples como la comida, el color de pantalón que usarás, la pluma con la que firmarás o cualquier aspecto mínimo puede resultar una completa encrucijada.
Y esto se puede triplicar cuando eres una persona indecisa que todo el tiempo está pensando en el “qué pasaría si”.
De acuerdo con un estudio, las decisiones que se toman en el día corren a cargo del cerebro, casi de manera insconsciente. Así que no hay necesidad de sobreactuar, y para llevar de forma más tranquila la vida, aquí un par de recomendaciones para dejar de ser muy indeciso.
Corrigiendo la indecisión
Olvida la baja autoestima
Si no nos percibimos como alguien con criterio, es normal que nos cueste mucho trabajo o que directamente seamos incapaces de hacerlo.
Falta de herramientas
Tal vez posees una autoestima envidiable, pero a veces la mente tiene sistemas de autosabotaje que echan por tierra cualquier buena elección. Considera trabajar en herramientas o trucos para no echarte todo el peso en encima tras tomar una decisión.
Dependencia
Los estilos educativos dictatoriales o las relaciones tóxicas dejan en una posición en la que tomar decisiones es muy complicado; pensamos que es mejor que el otro decida lo que es “mejor o peor”.
Relájate
Tomar decisiones puede ser agobiante y decidir algo estando ansioso quizá no es la mejor idea del mundo. Así que lo primero que podemos hacer es tomarte un tiempo para distraerte en otras actividades que te resulten placenteras.
Busca alternativas
No todo es blanco y negro, y no forzosamente todo tiene que suceder como lo imaginas. Escribe todo lo que se ocurra, aunque te parezcan soluciones descabelladas, tal vez así encuentres lo que es mejor para ti.