Jessica Walton, una profesora lesbiana de una escuela primaria en Estados Unidos, se preguntaba a sí misma todo el tiempo cómo acercar el discurso de la diversidad y la tolerancia a los niños y constantemente buscaba historias infantiles en la que sus hijos pudieran encontrar la trama que retratara la historia de una familia como la suya, o sea una familia homoparental, y no se le ocurrió una mejor manera que hacerlo mediante un osito de peluche.
Esa búsqueda fue relativamente sencilla, pues en los últimos años ha existido una proliferación de historias sobre familias encabezadas por padres o madres homosexuales. Sin embargo, un suceso en la vida de Walton la hizo emprender un nuevo proyecto que quería abordar temas de diversidad que habían estado invisibilizados.
“Mi padre le dijo a nuestra familia que era una mujer. El momento en el que mi papá salió del clóset fue feliz y revelador. Soy lesbiana, tengo amigos trans y he sido parte activa de la comunidad LGBT durante mucho tiempo, reuniéndome para luchar por el matrimonio igualitario, pero no conocía a esta persona que había estado conmigo toda mi vida; era una mujer y fue increíble conocerla mejor”.
Así lo cuenta Walton, quien se dio cuenta que no existían cuentos que explicaran a los niños qué era la transgeneridad, por ello, inspirada por la situación que atravesaba su familia, decidió escribir un cuento para niños en el que la amistad y la empatía ayudaran a los niños a comprender la identidad de género de las personas trans y qué mejor hacerlo que con un entrañable y cercano personaje como el osito de peluche.
“Puedes ser parte de la comunidad LGBT y no entender realmente las dificultades, la intimidación y la violencia, que algunas personas enfrentan”, declaró Walton, quien al ver que no había libros sobre personas trans y fluidez de género decidió escribir “el libro que queríamos leerle a nuestro hijo”.
Así nació “Introducing Teddy: A story about being yourself”, el cual cuenta la historia de Thomas, un oso de peluche que es el mejor amigo de un niño llamado Errol. A lo largo de las páginas, los niños descubren que el pequeño oso de peluche es transgénero y que realmente se identifica como una osa que desea ser llamada Tilly. Para su realización, Walton recurrió a la recaudación de fondos a través de una página de internet y se alió con el ilustrador Dougal MacPherson.
La historia de este osito de peluche transgénero, que al principio parece triste, tiene final feliz en el que la identidad de género de Tilly no se interpone ni cambia la amistad con sus amigos. Todos comprenden la situación de la mejor amiga de Errol y la ayudan a celebrar su identidad. Sin duda, una linda historia para enseñar a los niños el valor del respeto y la tolerancia hacia todo tipo de personas.