En la literatura clásica, los episodios de relaciones homosexuales han estado presentes en los diferentes géneros. La poesía de Safo, “El Banquete” de Platón, “La Ilíada” de Homero, o “El Asno de Oro” de Apuleyo son solo algunos de los ejemplos de letras en las que las relaciones entre personas del mismo sexo tenían un protagonismo destacado.
Será sin embargo en el último siglo cuando nace la literatura gay como fenómeno narrativo. Aquí te hemos elaborado un listado con algunas de las novelas gays que no te puedes perder, las más leídas, aquellas que marcaron un antes y un después en las carreras de sus autores.
Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar. Editada en 1947, cuanta a modo de autobiografía, la vida del emperador romano Adriano, y su relación con las guerras, la política y las artes. Pero sobre todo, nos acerca a su relación sentimental y carnal con Antinoo, a quien deificó, dio su nombre a una ciudad y le dedicó una innumerable cantidad de estatuas.
La muerte en Venecia, de Thomas Mann. Es una novela corta publicada en 1912 en Alemania. El argumento se desarrolla en un hotel de la ciudad italiana. Uno de los protagonistas, Gustav von Aschenbach, es un escritor alemán que se enamora de un joven polaco durante sus vacaciones en una Venecia asediada por la peste. No se atreve a confesarle su admiración por temor al rechazo. La historia fue llevada al cine en 1971 por Luchino Visconti.
El peso de la paja. Memorias, de Terenci Moix consta de tres títulos: El cine de los sábados, El beso de Peter Pan, Extraño en el paraíso. En un mundo dominado por la el cine, un niño primero y, más tarde, un adolescente, busca su identidad personal, cultural y erótica en una aventura que acabará en una melancólica celebración de los fabulosos años sesenta. El autor barcelonés, abiertamente gay, incluye elementos autobiográficos en la trilogía.
No se lo digas a nadie, de Jaime Bayly. Joaquín es el hijo de un hombre machista y una mujer extremadamente religiosa. Darse cuenta de que es homosexual a muy tierna edad le confunde, pero aún mucho más la relación de sus amantes. Algunos llegan a utilizarlo. Con el rechazo de sus padres hacia su condición, Joaquín se hace adulto entre drogas y vicios.
El Viaje de Marcos, de Óscar Hernández. Fue Premio Odisea en 2002. Marcos y Álex se conocieron muchos antes, durante un verano de descubrimientos y revelaciones personales. Los campos de un pequeño pueblo manchego, fueron los únicos testigos de su primer encuentro a escondidas, que cambiaría sus vidas para siempre. En el futuro, no todo sería tan hermoso.
El sueño del celta, de Mario Vargas Llosa. Sir Roger Casement (Dublín, 1864 – Londres, 1916) fue un cónsul británico famoso por sus denuncias contra las atrocidades y abusos del sistema colonial existente en el Congo Belga, donde las autoridades practicaban torturas y asesinatos. Partidario de la independencia de Irlanda, intentó conseguir la ayuda alemana para esta causa durante la I Guerra Mundial, lo que provocó su detención por las autoridades del Reino Unido que lo acusaron de traición y también de homosexualidad, un delito muy grave en la época, tras registrar su domicilio y hacer público el contenido de su diario personal.
De profundis, de Oscar Wilde. La obra toma la forma de una larga y emocional epístola épica a su amante Alfred Douglas, hijo de los marqueses de Queensberry, escrita por el mismo Wilde desde la prisión, donde cumplía una pena por comportamiento indecente y sodomía. Lo que venía a ser una carta de amor real, terminó siendo una novela de éxito con un contenido extensamente revelador.
Yestergay, de Miguel Fernández. Premio Odisea en 2003. Thriller divertido e imprescindible, novela de pasiones, sentimientos y complejos lazos de amistad. Con esta obra el autor se sirve de las leyes del relato policial para desentrañar los vínculos del mundo gay en una ciudad de provincias.
Maurice, de E. M. Foster. El libro trata de una historia de amor homosexual en la Inglaterra de principios del siglo XX y describe la vida de Maurice Hall, quien a sus 14 años, recibe una charla de su maestro sobre el sexo y las mujeres. Esta escena establece el tono del resto de la novela, pues Maurice se siente aislado, y excluido de la idea adulta del matrimonio con una mujer como meta en la vida.
Los Novios Búlgaros, de Eduardo Mendicutti. Daniel Vergara, un señor español bien posicionado, conoce a Kyril, un joven que llega a Madrid procedente de Europa del Este. El sexo y el dinero empiezan a complicar la situación. Surge entonces una extraña relación que lleva a Daniel a un punto en que tiene que plantearse algunas cuestiones.