¿Cómo me gusta dormir? ¿Boca arriba, boca abajo o de lado? En definitiva, hazte estas preguntas antes de elegir una nueva almohada porque, si escoges la incorrecta, puedes padecer dolores, contracturas musculares y problemas para conciliar el sueño.
Incluso, es probable que el dolor de espalda y cuello que sientes se deba a que usas una almohada poco adecuada para ti. ¡Evita que te pase de nuevo siguiendo estos consejos!
Boca arriba
Cuando duermes boca arriba, permites que tu cuerpo descanse por completo. Es la mejor postura para equilibrar el peso, alinear los órganos internos y evitar dolores musculares. Si duermes de esta forma, tu complemento perfecto es una almohada ortopédica que no sea muy alta, ni muy baja.
Lo único que debes hacer para identificar qué altura de la almohada requieres, es probarla y asegurarte de que tu cuello esté alineado con tu cabeza y columna vertebral. Solo así conseguirás dormir y conservar una buena postura al mismo tiempo.
Boca abajo
Las almohadas suaves y de baja altura, son perfectas si te acomodas boca abajo para dormir. En especial porque se amoldan a la cabeza y cuello sin dejar secuelas de dolor por la mañana.
Médicos y ortopedistas recomiendan que si te gusta dormir hacia abajo, ocupes otra almohada delgada debajo de tu cuerpo que abarque desde la pelvis, hasta la parte inferior del abdomen. Esto ayudará a que tu espalda no se tense demasiado.
De lado
Los modelos de la almohada Sognare, por ejemplo, tienen la facilidad de acoplarse a tu forma de dormir, cualquiera que sea. Si te gusta dormir de lado, los ortopedistas aconsejan que ocupes una segunda almohada de tamaño medio para colocarla entre las rodillas.
Colocar una almohada entre las piernas minimiza la tensión de la cadera y espalda baja. También es buena idea colocar bajo el cuello una toalla enrollada para alinear la columna y una almohada pequeña adicional, que funcione como soporte del brazo. Ahora sabes cómo elegir la almohada ideal y evitar perder dinero en productos de baja calidad que te duren menos y terminen lastimándote. Recuerda que la garantía de una buena almohada no debe ser menor a los 5 años.
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