En 2004 nacieron unas gemelas hermosas llamadas Catalina e Ignacia en Chile pero algo más les tenía preparado el destino en especial a Catalina, quien comenzó a sentirse extraña con su cuerpo pues se sentía prisionera. Esta es la historia de cómo aquella niña se convirtió en Alexis.
Y es que la vida para ellas no había sido fácil luego de varios enfrentamientos con sus padres hasta que llegaron a la ciudad de Santiago donde viven con su tía. Fue hasta ese entonces que Alexis decidió confesar su gran secreto pues ya no quería sentirse mal.
Pues mientras su hermana gemela comenzaba a ser feliz, él no “Siempre me sentí un niño. Sabía que algo no estaba en su sitio”, señala. Además Ignacia se daba cuenta de cómo su hermano sufría al ver que no le gustaban las mismas cosas que a ella.
Su tía también se daba cuenta de la situación y decidió llevar a su sobrino con un psicólogo hasta que les dieron el diagnostico, efectivamente él no iba a poder sentirse como niña pues en realidad era un chico.
Luego de semanas de poder entender lo que pasaba, la tía comprendió a su sobrino y le dio uno de los mejores regalos que Alexis recuerda, haberle cortado el cabello como hombre.
“Antes cuando me tomaban fotos no sonreía, no mostraba los dientes. Cuando ya me empezaron a cortar el pelo, mi tía estaba que se desmayaba y le dije ‘tía no sufras, este es el día más feliz de mi vida’. Le tomé la mano, estaba llorando y casi se desmaya”, cuenta.
Por su parte su hermana Ignacia declaró, “Yo estoy feliz. Me agradó mucho y me gustó que él fuera lo que siempre quiso ser. Aparte podemos sentir las mismas emociones, cuando él está triste yo también me siento triste”.