Parece ser que las protagonistas de este video han descubierto la fórmula secreta del amor al llevar 50 años de relación.
“Todavía estamos enamoradas. Aún no podemos empezar el día sin un buen abrazo” son las emotivas palabras que Lennie Gerber y Pearl Berlín relatan de su historia que comenzó el 2 de junio de 1966.
Aunque no fue amor a primera vista, tenían tanto en común que todo fluyó fácil. Además las dos eran chicas judías de Brooklyn y profesoras que nunca habían tenido mucho interés en salir con chicos.
Los desafíos de este amor lésbico
Durante dos años la amistad se fue haciendo cada vez más estrecha, así como las cartas y las llamadas. Tan estrecha que se convirtió en amor.
En un principio no le dijeron a sus familias que eran pareja, pero tampoco lo disimularon, pues vivían en un apartamento de un solo dormitorio y una sola cama. La madre de Lennie ofreció comprar una nueva cama. Sin embargo ellas se negaron.
Según cuenta Lennie, su madre pasó de decir “jamás vamos a tolerar esto” a reírse cuando su hija le decía “querías que me casara con otra persona judía como yo, y eso hice”.
Sin embargo con los padres de Pearl fue más complicado. Pearl envió por error una carta de amor a una mujer a casa de su madre, al abrirla la llamó por teléfono: “Pearl, he abierto el correo hoy, he recibido una carta muy bien escrita pero claramente no era para mí. Solo quiero que sepas que tu padre nunca lo verá y nunca querrá saber ni oír nada de eso”.
Pero no fue así, el tiempo ayudó a ablandar sus corazones. Después el padre de Pearl hasta bromeaba con la novia de su hija. “Ay Lennie, si fueras un hombre todo sería perfecto”.
Una pareja de luchadoras por los derechos homosexuales
La pareja trabajó en la Universidad de Massachusetts y en 1971 en la de Carolina del Norte. Su lesbianismo no pasaba inadvertido en los trabajos. A Lennie le pidieron que dejara de ser tan abierta, que más bien fingiera. Renunció y decidió estudiar derecho.
Lennie se convirtió en abogada y años más tarde se especializó en ayudar a parejas de lesbianas y gays a redactar poderes, testamentos, llenar sus declaraciones de impuestos. Pero a pesar de todos los intentos, muchas veces sin la ley de matrimonio igualitario aprobada, vio a personas perder sus propiedades tras el fallecimiento de sus parejas, excluidos y excluidas de decisiones médicas, funerales y salas de hospital.
Fueron grandes activistas por el matrimonio igualitario en Carolina del Norte, y se casaron nada más aprobarse la Ley. Incluso ahora, que el Estado quiere invalidar la ley, ellas siguen luchando por su amor y por la diversidad.