El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred, por sus siglas), lanzó el 15 de junio, una campaña con el hashtag #MéxicoIncluyente con el principal objetivo de luchar contra la homofobia y siguiendo los preceptos que dio a conocer en mayo del año pasado el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y coincidiendo con la llegada del autobús de Hazte Oír después de sus infructuosos periplos por España y los Estados Unidos.
La campaña consiste en un spot de televisión con el que se pretende difundir el valor de la inclusión, celebrar la diversidad sexual y humana y promover el reconocimiento de los derechos de todas las personas, así como visibilizar y combatir los estigmas, prejuicios y estereotipos hacia la comunidad LGBT.
Alexandra Haas, titular de Conapred, ha explicado que la campaña también será difundida en las redes sociales a través de infografías y un glosario para entender la diferencia entre orientación sexual e identidad de género, « tratando de generar conversación con datos veraces informativos (…). El combate a la discriminación lo que busca es hacer visible, primero, que la homosexualidad no es una enfermedad».
«Nos preocupa mucho el clima de violencia contra personas homosexuales y contra mujeres trans, especialmente (…). Se calcula que hay 71 homicidios a personas LGBT cada año, México es uno de los países con más homicidios por crímenes de odio», declara Hernán Gómez Bruena, coordinador de asesores del Conapred en una entrevista para la televisión.
Asimismo, considera que «una de las demandas más importantes fue llevar a cabo campañas contra la homofobia y hoy estamos lanzando la primera campaña contra la homofobia en la historia de México (…). La idea fue insertar la discusión sobre la homofobia en el contexto de la diversidad familiar que hay en el país (…). A veces se cree que hay un sólo modelo de familia».
Coincidiendo con esta campaña y a petición del Consejo Mexicano de la Familia y el Frente Nacional por la Familia, llega a México el autobús homofóbico de Ignacio Arsuaga, denominado por ellos como el «Bus de la libertad», que sin conseguir en absoluto su objetivo en España ni mucho menos en los Estados Unidos, quedaba aparcado el mismo miércoles frente Los Pinos y tiene previsto recorrer la Ciudad de México, para desplazarse después hasta Cancún y Xalapa, exponiendo lemas como «Dejen a mis hijos en paz» o «Con mis hijos no se metan», importados asimismo de las proclamas de asociaciones radicales cristianas peruanas y confirmando indirectamente que todos estos grupos no son otra cosa que filiales de El Yunque.
«Este frente que ahora está en las calles con un autobús está difundiendo el odio y mentiras. Está patrocinado por empresarios a los que deberíamos pensar, colectivamente, cómo sancionarlos por darles dinero», declaran representantes de Conapred.