En una rueda de prensa de balance de la legislatura, en la que los socialdemócratas han formado parte del Gobierno con los conservadores, Angela Merkel señaló que quisiera que el matrimonio homosexual fuera “más bien una decisión de conciencia”, lo que ha sido interpretado como un cambio de postura en sus filas.
En una entrevista realizada el lunes por la noche con la revista Brigitte, organizada en directo en un teatro de Berlín, la canciller afirmó estar abierta, por primera vez, a un voto “de conciencia” de los diputados alemanes sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Deseo orientar el debate en una dirección que plantee una decisión de conciencia, más que querer imponer algo”, manifestó la mandataria, en lo que supone un claro giro de su habitual retórica en relación con el matrimonio gay.
Se trata de un cambio significativo de opinión, pues en 2013 Merkel se opuso al matrimonio homosexual afirmando temer por “el bien de los hijos” de las parejas homosexuales casadas.
La Merkel también dio a entender que su formación ya no podía ser la única opositora al matrimonio homosexual junto a la derecha nacionalista de Alternativa Por Alemania, el partido antiinmigración que, aunque designó a la lesbiana Alice Weidel como codirectora de campaña, sigue oponiéndose a las bodas gais.
El matrimonio igualitario no es legal, además de en Alemania, en Austria, Italia, Grecia y Malta así como en los países de Europa del Este, como los horribles Rusia y Chechenia, donde matan a los gays.