La historia del toro Ferdinand, que no es como cualquiera de su especie, llega a las pantallas de cine el próximo 22 de diciembre.
La película dirigida por Carlos Saldanha (‘Ice Age’, ‘Río’) se estrena para finales de año y promete ser el nuevo ícono gay.
De qué se trata Ferdinand
Mientras que los otros toros se la pasan bufando y corneándose los unos a los otros, Ferdinand prefiere oler las flores.
Sin embargo este toro no es cobarde, por el contrario es pacifista, y debido a su fascinación y sensibilidad por la naturaleza, se niega a pelear contra otros como él.
Ferdinand vive en España, y como sueño de todo toro es que le dejen participar en las corridas de Madrid, pero el pequeño detalle es que esto no le interesa en absoluto.
Por supuesto esta decisión no la tomará él mismo ya que todo cambiará el día en que se lo lleven a torear, por ser el toro más corpulento, fuerte y rápido de toda la ganadería, y le obliguen a entrenar para combatir.
Decidido a regresar a su hogar, Ferdinand se unirá a un grupo de inadaptados para cambiar su destino.
El origen de Ferdinand
La historia original fue escrita como una bella aportación a la causa de la paz por Munro Leaf, publicada en 1936, en la época de la Guerra Civil Española.
Es así como la comunidad LGBT lo ha adoptado como un ícono queer al renunciar a su caracter violento por una sensibilidad:
“El se ha vuelto un ícono pacifista, pero también tiene todo para ser un ícono gay: Yo soy de los que prefiría sentarme a oler las flores que pelearme con alguien” comentó el crítico Tony Bravo.
La censura a Ferdinand
Debido a su mensaje pacifista, el libro de Munro Leaf fue prohibido en la Alemania nazi, donde Adolf Hitler ordenó quemar por tacharlo de “propaganda democrática degenerada”.
También fue prohibido en España, porque fue visto por muchos seguidores del dictador Francisco Franco como un libro anti-bélico, incluso permaneció prohibido hasta después de su muerte.