Gyllenhaal, que también protagonizó el clásico de culto de viajes temporales Donnie Darko, se sintió intrigado por la premisa argumental de Código fuente, así como por el reto inherente que conllevaba como actor la particular situación de su personaje. ‘Me fascina el concepto del tiempo, así que me encantaba explorar ese tema’, señala el actor. ‘Tenía mucho que asimilar, sobre todo en preproducción, a fin de comprender a Colter. Su evolución general como personaje está sujeta a esos ocho minutos que no deja de revivir una y otra vez’.
Tras apuntarse al proyecto como protagonista principal, Gyllenhaal sugirió a los productores que hablaran con el director Duncan Jones, cuya primera película, Moon, causó una gran impresión al actor. ‘Moon me resultó impresionante desde el primer fotograma hasta el último’, asegura. ‘Mientras la veía, me quedó clarísimo que Duncan domina con soltura el lenguaje cinematográfico. Su forma de narrar es tan ágil que quise inmediatamente trabajar con él’.
Gordon siguió la recomendación de Gyllenhaal, vio Moon y se reunió con Duncan Jones. ‘Fue capaz de usar un solo espacio y un solo actor maravillosamente en Moon’, observa Gordon. ‘Aunque buena parte de nuestra película se desarrolla en uno o dos vagones de tren, no da sensación de claustrofobia. Parece que realmente están pasando muchas cosas’.
La capacidad de Jones de crear un mundo original y totalmente creíble para Moon fue un factor que pesó mucho a la hora de decidirse por él, según explica Rousselet. ‘Duncan aportó al proyecto su particular mundo visual. Es un estupendo realizador y un magnífico narrador, que es precisamente lo que Código Fuente necesitaba. Duncan siente tanta pasión por el aspecto visual como por los actores y la narración. En ese sentido, es un cineasta completo’.