‘Winter Sleep’: El paisaje más frío está en nuestro interior

‘Winter Sleep’

Director: Nuri Bilge Ceylan

Guionistas: Ebru Ceylan, Nuri Bilge Ceylan

Fotografía: Gökhan Tiryaki

Nacionalidad: Turca

Reparto: Haluk Bilginer, Melisa Sözen, Demet Akbag, Nadir Saribacak, Ayberk Pekcan, Nejat Isler, Tamer Levent

Duración: 195 min.

Productora: Coproducción Turquía-Francia-Alemania participan Zeynofilm /Memento Films Production / Bredok Filmproduction

Distribuidora en España: GOLEM

Calificación: 8,8 / 10

¿De qué va?

Palma de Oro en el Festival de Cannes, suficiente motivo para esperar con ansias el visionado de ‘Winter Sleep’. Intento no condicionar mi visión de la cinta y me mantengo al margen de críticas y comentarios publicados en diferentes medios.

Sin embargo una frase me acelera el pulso. Oigo un mensaje inmisericorde dos filas más atrás: (”¿Habéis traído algo de comer?, La película dura 195 minutos”), y como no podía ser de otra manera comienza el vértigo.

Por suerte, el vértigo desaparece rápido ante la experiencia que nos propone Nuri Bilge Ceylan. Aun siendo extenuante, la propuesta cinematográfica del director turco es única en este 2014, aunque suene pretencioso afirmar cosas tan gordas sin alcohol de por medio.

‘Winter Sleep’ transcurre en la Capadocia más remota, en lo más profundo de la esta turca. Tierra de paisajes sobrecogedores e inviernos fríos como la venganza, el entorno se convierte en un elemento metanarrativo.

La fusión entre el paisaje y los pocos personajes de la cinta ayuda a crear ese clima teatral que termina destilando la historia. Un clima cargado de tensiones como una obra de August Strindberg y certero como un texto de Chéjov.

La cinta arranca con un hecho absurdo. Si en ‘El Proceso’ de Kafka el protagonista recibía una citación del juzgado, aquí, el protagonista de ‘Winter Sleep’ recibe una pedrada en un viaje en coche que desencadenará una cadena de sucesos inesperados. Ahora bien, aquí lo kafkiano no se encuentra en lo ajeno sino en el interior de los protagonistas.

Tras sufrir el inicio de la catarsis se nos presenta al protagonista. Se trata de Aydin (Haluk Bilginer), un actor jubilado que regenta un pequeño hotel apartado del mundo, cerca de un ambiente mágico. El actor comparte el exótico refugio junto a una hermana que se acaba de divorciar (Demet Akbag) y una esposa joven (Melisa Sözen) de la cual se ha distanciado sentimentalmente. 

Al igual que en algunos de sus anteriores cintas (‘Erase una vez Anatolia’), la llegada de la nieve se convierte en un desencadenante de la acción. El reconfortante hotel del comienzo de la cinta se transforma en un lugar pérfido, en un rincón donde el dolor y los reproches comienzan a relucir.

A través de un ritmo intencionadamente pausado y de escenas extremadamente largas y densas (hay conversaciones plano/contraplano de 20 minutos de duración), Nuri Bilge Ceylan se encarga de ir extrayendo capas a los personajes: frustración, soledad, melancolía, arrogancia, tristeza… El director turco utiliza una cuidada delicadeza para que los protagonistas se presenten ante el espectador de una forma desnuda.

Si todos los actores (desde los más intensos hasta los secundarios que relajan un poco el ambiente general de la película) están a una gran altura, el trabajo de Nuri Bilge Ceylan es apabullante.

El director turco parece que plantea las escenas al modo de Kubrick (es decir con una meticulosidad que ralla la psicopatía), su manejo de la luz y el sonido (como la lluvia que se empeña en rasgar conversaciones) es más que modélico y el extraordinario guión nos ofrece conversaciones que hablan sobre lo divino y lo humano sin caer en ningún signo de artificio.

A pesar de que exige al espectador más concentración y atención que la mayor parte de las cintas del año, aun con un metraje ciertamente agotador, ‘Winter Sleep’ es una de las cintas de la temporada. Una lección de cómo hacer cine en cada fotograma. Dura, seca, árida y aun así, de una belleza extraordinaria.

Vídeo: Tráiler de ‘Winter Sleep’