David Lynch y Mark Frost, creadores de ‘Twin Peaks’ una de las series de misterio y ciencia ficción que más han influenciado a la televisión de toda la década de los noventa, han levantado de un respingo a los miles de seguidores de la serie con un sólo tuit: ‘Queridos amigos de Twitter: Ese chicle que os gusta se va a poner de moda #damngoodcoffe’
Este mensaje podría haber pasado desapercibido en sus cuentas si no fuese porque los dos cineastas lo han publicado a la vez, y porque sus fans han conseguido dar sentido a la frase. La cita proviene del capítulo 3 de la primera temporada de la popular serie:
‘Twin Peaks, ganadora de tres Globos de Oro y recientemente reeditada en blu-ray, arrancaba con el descubrimiento del cadaver de Laura Palmer, una joven de un pueblo ficticio del noreste estadounidense… ahora bien, la trama no fue lo único que cautivó a los espectadores que han decidido elevarla a la categoría de culto.
Si en la actualidad vivimos un auténtico boom televisivo, en los noventa el panorama no era tan lustroso. Si para la crítica generalista la comedia de la década resultó ser Friends (en esta redacción nos parece más valioso cualquier escena de ‘Seinfeld’ que toda la temporadas juntas de Ross, Rachel y el resto de la pandilla de Central Perk… por poner solo un ejemplo) pues es está todo dicho…. Sin embargo, David Lynch demostraba -una vez más- ser una voz única en el mundo de lo audiovisual y se lanzaba a un proyecto que consiguió hechizar a público y crítica.
Una de las principales virtudes de Twin Peaks tiene que ver con el propio concepto de la serie. David Lynch tuvo bastante libertad creativa para mostrar ese mundo en el que se funden lo real y lo onírico. El ficticio pueblo estaba impregnado de esa magia atávica que poseen las poderosas metáforas visuales de Lynch. Todo cuadraba: una historia magnética, una estética subyugante, un pueblo que se sumerge en nuestro lado más perverso.
Aunque de momento todo es bastante abstracto, bueno al estilo de David Lynch, los fans ya han demostrado que tienen enormes ganas que regrese la ficción…. y es que a quien no le produce escalofríos volver a escuchar la coletilla de: ‘¿Quién mató a Laura Palmer?’