Hay una diferencia esencial entre los protagonistas de la lucha libre que se disputa en EEUU y la que se celebra en los países latinoamericanos.
Si en Norteamérica se potencia la figura del héroe clásico, en México, Bolivia o Colombia se venera la figura del enmascarado, del antihéroe. Como si en el Norte se reforzase la figura del orden y en el Sur la de la subversión.
El principal ejemplo de este hecho toma forma en la figura del luchador más popular de la historia de México: El Santo. A lo largo de tres décadas este luchador enmascarado y de ropas plateadas se convirtió en unas especie de Robin Hood de las clases populares, en un icono de lucha para los más desfavorecidos.
La nueva serie documental que está preparando Amazon bajo el nombre de ‘The New Yorker’ nos acerca a la figura de Cassandro, una de las estrellas de la lucha libre actual mexicana y que lleva más de dos décadas llevando la diversidad hasta las cuadriláteros mexicanos.
Desde el año 1989, Cassandro no sólo se ha dedicado a realizar llaves contra sus archienemigos, sino que se ha encargado de encontrar un hueco en la lucha libra para el colectivo LGTB, por ello se autodenomina como el Liberace de la lucha libre.
Siendo la cabeza más identificable de Los exóticos, tercera vía para los luchadores que no entran en la clásica división entre héroes y villanos, Cassandro consigue que en un país donde la lucha libre es un elemento casi sagrado haya una representación independiente y concienciada del colectivo LGTB. Un paso fundamental para el respeto de los derechos homosexuales en México.
Vídeo: Tráiler de ‘The Man Without a Mask’
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