Con el retraso típico del preestreno comienza la función. Una gigantesca sábana blanca cubre el escenario del Price. Se bajan las luces, comienza a tronar una música electro-verbenera (de esa que te hace mover las extremidades de manera inconsciente) y comienzan a salir los protagonistas de este insólito espectáculo.
Uno a uno. Petri Tuominen, Rauli Kosonen, Kalle Lehto, Odilon Pindat, Mikko Karhu y Mikko Rinnevuori se presentan sobre sus personalísimos animales: cinco caballos y una oveja elaborados a partir de una especie de papel maché (aquí no se utilizan animales…este es un circo de los que merece la pena) y con los que comienzan a hacer un número tan surrealista que podría estar sacado de ‘Los caballeros de la mesa cuadra’ de los Monty Phyton…esto no ha hecho más que empezar y la cosa promete.
No soy un experto en nada (”sólo las bestias comen lo mismo durante toda su vida”-Marvin Harris dixit), y de circo menos, así que tomo la saludable opción de empaparme y dejarme llevar por el espectáculo.
Y no soy el único. Entre el público (que casi llena el Price) puedo ver brillo de ojos y bocas abiertas; la mueca típica del momento en el que los adultos nos quitamos nuestros prejuicios y nos transformamos en niños.
Un circo orgánico
La función se divide en dos actos de cuarenta minutos de duración (y con un más que merecido descanso entre actos de unos quince minutos).
Pronto, muy pronto, el espectador tiene la sensación de estar ante un espectáculo vivo, un show que consigue transformar las acrobacias en sentimientos, los saltos en risas y que consigue, sin ningún esfuerzo, que el público se lance a una piscina llena de gracia circense.
El primer acto sirve para que los seis miembros de la compañía finlandesa nos muestren todo su sentido del humor. Osos gigantes, ninjas que terminan bailando a ritmo de hip hop, tiovivos que cobran vida a medida que dan vueltas y artistas caminando sobre lo circular del tiempo.
El segundo acto se convierte en la síntesis perfecta del más difícil todavía. Las acrobacias comienzan a ganar en altura y complejidad. Los seis artistas que están sobre el escenario comienzan a fusionarse en una única figura que busca rizar el rizo y provocar que los espectadores se queden ojipláticos.
Los 100 minutos de espectáculo se escapan entre los dedos. A pesar de que parecen salidos de una película de Emir Kusturica o de un videoclip de Goran Begovic, Petri Tuominen, Rauli Kosonen, Kalle Lehto, Odilon Pindat, Mikko Karhu y Mikko Rinnevuori, demuestran que tras sus pintas de zíngaros se esconden unos profesionales con una técnica depuradísima.
Un espectáculo sincero, divertido y por momentos cargado de algo así como melancolía. Un show que ha conseguido que los adultos nos olvidemos de nuestras miserias diarias para ponernos el disfraz del disfrute más absoluto, de la diversión infantil. Un paísaje mágico y difícil de alcanzar para cualquier espectáculo.
‘Super Sunday’
Dónde: Circo Price (Ronda de Atocha, 35. Madrid)
Cuándo: Del 6 al 9 de Noviembre de 2014
Horario: J-V-S, 20:30h / D 19:00 h
Precio: 18 €
Duración: 80 minutos -más 20 de descanso-.
Recomendado para: Mayores de 8 años.
Entradas en: entradas.com
Más información: Teatro Circo Price