‘Subprime’: desnudando las muchas miserias de los que dirigen nuestro futuro

Autor: Fernando Ramírez Baeza Dirección: Ricardo Campelo Producción: Salvador Collado y Subprime Teatro Duración aproximada: 90 minutos Escenografía: Monica Boromello Actores: Pep Munné, Chete Lera, Federico Aguado, Daniel Huarte, Aitor Gaviria, Aure Sánchez, Antonio Salazar, Jorge Lora Calificación: 7,25

¿De qué va?

El día a día de la empresa petrolífera más importante de España se ve sacudida por un anuncio que puede cambiar ya no solo el futuro de la empresa, sino el futuro de todo un país.

Un empleado de la petrolera que tiene una gasolinera en modo de franquicia aterriza en las oficinas centrales de la empresa con un vídeo que es una bomba; las cámaras de seguridad de su establecimiento han cazado al presidente del gobierno mantieniendo relaciones sexuales con su esposa en plena calle.

El empleado de la gasolinera pide dinero a la empresa para no sacar el vídeo a la luz, a su vez la empresa llama al vicepresidente del gobierno para avisarle que si desde Moncloa no les dan una concesión petrolífera en Canarias (necesaria para que la empresa siga siendo viable) el vídeo será publicado…A partir de aquí se establece una partida de ajedrez en la que intervienen política, economía, poder, corrupción y chantaje (elementos habituales de nuestra realidad).

La obra busca explorar nuevos lenguajes teatrales, puesto que el montaje va a camino entre el teatro, el cine y la televisión.

En el texto no falta algún giro del lenguaje que hará reir al espectador, pero sobre todo destaca el ritmo, la acción y la carga crítica en unos diálogos llenos de crudeza. Además, la obra termina con un giro de tuerca que conseguirá que los espectadores se vayan sorprendidos del teatro…Y es que las chaquetas, las corbatas de diseño y el pelo engominado no son más que una parafernalia que ocultan lo que hay tras el poder en realidad

Un adelanto de ‘Subprime’

¿Sabías qué…?

1- La obra se ha alzado con uno de los premios de teatro más prestigiosos de nuestro país; el Premio Internacional de Teatro Carlos Arniches de Alicante

2- Su autor, Fernando Ramírez Baeza, es economista de profesión y escribe teatro como hobby. Ya en el 2008, cuando escribió ‘Subprime’, avanzó lo que ha terminado ocurriendo en numerosas esferas de nuestro país.

3- La obra se encuentra inmersa en una gira que la llevará por los escenarios más importantes de nuestro país. Así, después de su representación en Madrid, ‘Subprime’ viajará a Córdoba, Gijón y Ferrol.

Lo mejor

1- Un espejo de la realidad. En nuestro país, que cada día nos levantamos con nuevos casos de corrupción, nuevas situaciones de desaucios y recortes sociales, la obra no podría estar más de actualidad.

2- Montaje innovador. La obra da mucha importancia a los aspectos audiovisuales y el montaje les debe mucho a estos. El estudiado juego de luces y los constantes vídeos que salpican (y a la vez acotan) la historia, se convierten en elementos imprescindibles para sacar todo el jugo a la obra, además, todo el montaje está diseñado para que el espectador sienta que está espiando a los personajes.

3- Los actores están todos a buena altura. Hay que decir que en la representación a la que asistí, me gusto sobremanera Chete Lera, por una actuación tan dramática como sentida.

4- Ritmo trepidante. La obra capta a la perfección la inmediatez de nuestra sociedad. Todo sucede excesivamente rápido, sin tiempo para la reflexión. En ‘Subprime’, toda la trama sucede en solo una mañana de nervios y extrema tensión.

5- Carga crítica. ‘Subprime’ es una obra arriesgada y de marcadas connotaciones políticas. Sin embargo, aquí no se habla de partidos políticos en concreto, sino del poder como tal y de las miserias que lleva consigo.

Lo peor

1- Lenguaje excesivamente técnico. En el texto se nota la formación económica del autor, puesto que toda la obra está salpicada de tecnicismos económicos, por desgracia, la galopante crisis ha hecho que nos acostumbremos a estos términos.

2- La acústica de la sala no nos pareció del todo adecuada. Algún monólogo de los actores se perdía entre tanto espacio y tan poca acústica.