Viviendo en el armario
A pesar de que en un entorno cultural y abierto como es el cine se pudiera pensar que uno tiene mayor libertad para hacer pública su condición sexual, cada día llegan noticias que confirman que la homofobia comparte guión y plato con la mayor parte de los actores.
Así lo ha expresado Ian McKellen que afirmó que siempre era homosexual pero que no se sintió capaz de exteriorizarlo durante mucho tiempo: ”No había entonces un Graham Norton en la televisión, ni diputados abiertamente homosexuales, por no decir que nadie hablaba en la radio de los derechos LGTB, así que tuve que lidiar con la amputación de mi sexualidad en la vida pública, para tratar de sofocar una parte de mí. Cuando te hacen sentir que estás tan mal por ser quien eres, eso es lo que acabas haciendo”
Presiones de agentes
McKellen lleva unos años siendo uno de los actores más combativos en cuanto a la defensa de los derechos del colectivo LGTB. El dos veces nominado al Oscar quiere quitar de manera definitiva la máscara de ‘buenrrollismo’ que acompaña a Hollywood al afirmar que no hay más actores y actrices fuera del armario puesto que reciben presiones por parte de sus agentes para que oculten su sexualidad.
Sin embargo, el actor utiliza la clásica flema británica para darle la vuelta a una situación que es negativa para los artistas: ”Creo que es por eso que tantos grandes actores británicos son gays -pasamos tanto tiempo fingiendo ser heterosexuales, ser otra persona, que con el tiempo nos hicimos muy buenos en eso”, ha indicado el actor
Stonewall
Dentro de su compromiso con el colectivo LGTB, Ian McKellen es cofundador de la asociación británica Stonewall. Desde esta fundación, de nombre histórico para el colectivo, se trabaja en tres principales ámbitos; el hogar, el trabajo y la escuela.
La asociación trabaja de manera multidisciplinar, allí podemos encontrar desde una guía para los turistas gay que visitan Reino Unido, hasta consultas legales en temas de adopción dentro de las parejas homo. La labor de McKellen se centra principalmente en los más vulnerables: los jóvenes.
El actor se vale de su imagen pública y de ser un rostro más que conocido entre los adolescentes -ha interpretado a Magneto en’X-Men’- y a Gandalf en ‘El señor de los anillos’- para evitar que en las escuelas se produzca algún tipo de discriminación a los jovenes homosexuales y para incidir en que los jovenes mantengan su identidad y hagan pública su condición sexual.
No en vano, el propio McKellen ha indicado que: ”He aprendido que decirlo públicamente fue crucial para mi autoestima. Y acepté, por fin, el argumento de que algunas personas como yo que tenemos acceso a los medios de comunicación podríamos, al decir la verdad, ayudar a otros sin estas posibilidades a los que la sociedad ignora o incluso ha abusado de ellos”