‘Serena’ y tranquila con su imagen social
Desde los inicios de su carrera, tanto Serena como su hermana Venus fueron repugnantemente tachadas de lesbianas -y de transexuales- por su desarrollado volumen físico, sus rasgos africanos -y por tener ”la manía’ de ganar torneos a puñados, pues sepan que el éxito es lo que más rápidamente suele disparar las críticas homo y transfóbicas-.
Sin embargo, diecisiete años más tarde, podemos alegrarnos de que a la deportista no le influyan negativamente las ideas preconcebidas sobre su raza, género y aspecto. Serena ha declarado en el Torneo de Roland Garros que siempre ha ‘ adorado ser una mujer negra […] Estoy orgullosa de mi negritud. Sé que muchos negros preferirían ser blancos. Me parece una locura. Estoy orgullosa de ser lo que soy’.
Pasándose de buenrollera
Sin embargo, Serena sostiene firmemente que de haber nacido hombre tendría ‘más poder’, refiriéndose específicamente al mundo de los negocios: ‘Allí es diferente, y eso me ha abierto los ojos’, aunque de lo que se ha dado cuenta es de que ‘los hombres son frágiles en general’.
Por ello -y subrayando que ella es más de ‘chicos rudos’ que de frágiles- Serena resume que de ser hombre sería gay porque -qué valor- le gusta ponerse ‘tacones y vestidos ajustados y, además, me encantan los hombres’. Mira que somos muy de entender las buenas intenciones de las personas cada vez que se habla positivamente del colectvo gay, pero preciosa, después no te quejes si dicen que tienes más rabo que la pantera rosa cuando se fijan en el perímetro de tus espaldas…