Rosa y Negro

Director: Gérard Jugnot
Actores : Gérard Jugnot, Juan Diego, Bernard Le Coq, Saïda Jawad, Javier ‘Javivi’ Gil Valle.
Calificación: 5.5 / 10

¿De qué va?

En 1577, Pic Saint Loup (Gérard Jugnot), gran modisto venido a menos y locaza sin parangón, recibe una misión diplomática del rey Enrique III: Confeccionar un traje inigualable para la boda concertada de uno de sus sobrinos con la hija de un Grande de España… Saint Loup marcha a España en medio de la época más lacerada por la Inquisición, junto a un musulmán, un judío y un protestante que quiere atentar contra el rey español y el Papa.

¿Sabías qué…?

1. Gérard Jugnot fue el productor y protagonista de la exitosa película ‘Los chicos del coro’.

2
. El filme es una coproducción francoespañola, por ello colaboran actores de ambos países -además del equipo técnico-.

3. La música de la película también está compuesta por un español, Roque Baños.

Trailer de ‘Rosa y Negro’

Nuestra crítica

Que ‘Rosa y Negro’ no pasará a la historia de la cine es algo de lo que uno puede darse cuenta a los cinco minutos de su comienzo. No obstante, no por ello se deberían juzgar los múltiples anacronismos y licencias en su guión y dirección como aspectos negativos: ‘Rosa y Negro’ es una película muy absurda, pero por suerte, en el mejor sentido de la palabra.

Sin más pretensiones que las que tendría un filme histórico de fin de semana a las cuatro de la tarde, Gérard Jugnot ha sabido convertir una película con un planteamiento interesante -pero muy poco real- en una amena comedia de aventuras que se aleja completamente de la convencionalidad. O si no cómo se puede esperar uno vivir una auténtica trama aventurera junto a tres maricas, un moro y un terrorista protestante en la España del S.XVI.

En ella, el propio Jugnot juega con los estereotipos vinculados a las diferentes etnias, religiones, a los homosexuales y al mundo de la moda para desmembrarlos, conservarlos, o simplemente reírse, con declamaciones del tipo ‘estoy muy ocupado con la colección primavera/verano 1577’, por poner un ejemplo. Por ello, si se llega a la conclusión pronto de que se está delante de una ‘ópera bufa’, es muy posible que se disfrute del filme a un nivel menos exigente y más llano.

Por suerte, la película tampoco está exenta de una tesis que defiende, sobre todo, la diversidad y el feminismo; a la vez que rechaza el puritanismo exacerbado y lo vincula directamente con la neurosis y los problemas de insatisfacción terrenal. Lo cual, a poquitos tragos entre chiste y chiste, se digiere muy bien y no causa ardores ‘políticamente correctos’. Con lo cual, tampoco es una película ‘hueca’, aunque en su forma y desarrollo pudiera parecer.

También es de mención obligada la buena manera en la que se desarrolla la historia, que incluye o excluye a los personajes de la misma según los intereses que tengan en la acción del momento. Por ello es muy gratificante ver que no todo gira alrededor de los protagonistas, sino que cada cual vive los sucesos de la trama de manera autónoma e independiente, dando bastante color y ‘realismo’ a una disparatado relato que de otra manera ‘no habría quien lo cogiera por ningún lado’.

Lo mejor: Al ser una coproducción, su factura técnica permite alguna que otra filigrana y una gran ambientación histórica gracias a las ropas y las localizaciones que emplean.

Lo peor: La moraleja explícita que se verbaliza innecesariamente al final de la película.

Momentazo: Juan Diego desvelando la verdadera personalidad de Poveda.

Vete a verla si: No vas a poner cara de sota ni te van a salir sarpullidos al ver transportado un desfile de moda del S.XXI a la corte de Enrique III.

Sergio P. Sanjuán