Raymond Roussel: literatura, surrealismo y homosexualidad

El precursor del surrealismo

Raymond Roussel es autor de una obra poética, novelística y teatral sin parangón en la historia de la literatura, tanto por la singularidad y exuberancia de su universo narrativo y visual como por la metodología que ideó y que, poco a poco, fue perfeccionando.

Su enorme libertad creativa, que se puede apreciar en sus dos sus dos obras más emblemáticas, ‘Locus Solus’ e ‘Impresiones de África’, hizo que en los años 20 los surrealistas le vieran como un precursor de su movimiento. El complejo y ambicioso proyecto estético-literario de Raymond Roussel ha sido una fuente de inspiración fundamental tanto para numerosos artistas visuales (Salvador Dalí, Francis Picabia, Allen Ruppersberg, Rodney Graham…) como para autores de otros ámbitos y disciplinas, desde la filosofía (Michel Foucault) a la literatura (John Ashbery, Michel Butor, Julio Cortázar…), pasando por la música y la investigación etnográfica.

Un genio homosexual

Raymond Roussel pertenecía a la alta burguesía parisina. Su padre era un adinerado corredor de bolsa. Pero la que tuvo una gran influencia en su vida fue su madre, Marguerite Roussel, artista y adicta a la morfina. Pronto se hizo amigo de otros dos escritores, Marcel Proust y Jean Cocteau, con quienes compartía vecindario, inquietudes artísticas y tendencia sexual.

Roussel sufrió bastante por su condición homosexual. No porque no la aceptara, sino porque a causa de su fortuna y su ‘alegre’ estilo de vida fue muchas veces chantajeado por amantes y chulos sin escrúpulos. Al final tuvo que ‘contratar’ a una mujer para que representase el papel de su pareja heterosexual.

Como su madre, Roussel intentó paliar sus penas con las drogas. Roussel murió por una sobredosis de barbitúricos en un hotel de Palermo.

Locus Solus. Impresiones de Raymond Roussel

La exposición de Reina Sofía analiza la influencia que ha tenido Raymond Roussel en el arte moderno y contemporáneo a través de una amplia selección de trabajos en diferentes formatos (pinturas, fotografías, esculturas, ready mades, instalaciones, vídeos…) de una treintena de artistas.

Una influencia que ya reconocieron los surrealistas y otros creadores vinculados a las vanguardias históricas -como el propio Marcel Duchamp, quien llegó a describirle como ‘aquél que indica el camino’- y que desde entonces no ha dejado de extenderse y amplificarse, generando una auténtica mitología en torno a este artista que, a pesar de ello, sigue siendo bastante desconocido.