Se intuye su figura… y el público rompe en aplausos. La banda -David Pérez Huerta a los teclados, Juan Guevara a la guitarra, ‘Pato’ Muñoz al bajo, Ezequiel Navas dirigiendo una magnífica batería y Juan Pietranera al piano- toca sus primeras notas y podemos disfrutar de un maravilloso ‘Yo soy aquel’ con el que Raphael entra en el escenario haciendo que todo el público se ponga en pie.
Tras esta presentación comienza el espectáculo con ‘Si ha de ser así’ y deja a todo el mundo agarrado a las butacas hasta que canta ‘Mi gran noche‘, con la que el Teatro Compac al completo hace de coro y Raphael toma aire por primera vez desde que sale al escenario.
Todo está a la altura, el artista, la banda, las luces, el sonido… Los espectadores están entregados: ‘Provocación’, ‘Digan lo que digan’, ‘Yo sigo siendo aquel’, ‘Hablamos del amor ‘ –en la que Pietranera nos hipnotiza con su maestría al piano- ‘Amor mío’… cualquier tema es excusa para ponerse en pie y agradecer al artista su función.
Tras unos momentos más melancólicos, Raphael cambia de tempo en temas como ‘La canción del trabajo’ con toques de ritmos ska o ‘Maravilloso corazón, maravilloso’ a ritmo de cabaret.
El público se convertía en uno al ver como Raphael ponía algo más que el alma en canciones como ‘Se me va’, en la que acaba simulando ser una paloma batiendo sus alas, o en ‘Por una tontería’, que finaliza a corazón abierto.
2 horas y media de show y más de 30 temas
No se olvida mencionar a su productor ejecutivo Manuel Martos como uno de sus compositores fetiches y nos muestra por qué deleitándonos con el tema ‘Cuatro estrellas’, seguido de dos grandes temas aflamencados -atreviéndose incluso con un pequeño zapateado-, ‘Gracias a la vida’ de Violeta Parra y ‘Cuando llora mi guitarra’, en la que canta directamente por y para ella.
Cuando nos brindó su auténtico giro y chaqueta al hombro, al finalizar el tema ‘Despertar al amor’, quedó claro que a sus 71 años y después de 55 años de carrera artística Raphael sigue teniendo el mismo magnetismo con el público.
Volvió a conseguir que el Teatro Compac se volcase, sin dejarle terminar, con su ‘Qué sabe nadie’ y con ‘Frente al espejo’, donde tuvo una actuación sublime que acabó con el artista rompiendo el espejo con su taburete.
El público pedía más y como no podía ser de otro modo a las puertas de Navidad, terminó el concierto con ‘El Tamborilero’ y el gran tema de Rocío Jurado ‘Como yo te amo‘. Después de 2h y 30 min de espectáculo y más de 30 temas interpretados, Raphael vuelve a demostar que su menuda figura se agiganta sobre el escenario.