La práctica del nudismo se basa en un respeto absoluto del otro. Por lo que no esperes que el “ambiente” de la playa sea pesado ni morboso. Quienes suelen ir a las playas nudistas, son personas normales, grandes y pequeños, altos y bajitos, de todas las edades y tallas.
Saca de tu cabeza cualquier connotación sexual. No se trata de cuerpos desnudos, de senos ni penes al aire. Son personas en contacto con la Naturaleza. Por lo mismo, no es el mejor lugar para ligar. Salvo que la charla se preste… como en cualquier otra playa.
Los mirones no son bien recibidos. Cuando hay alguno, se le invita gentilmente a marcharse de la playa con un aplauso general. ¡No querrás pasar por ese momento !
Si quieres fotografiar el lugar con tu acompañante o amigos, no hay problemas. Si en las fotos pueden salir otras personas, solicita su permiso antes. Con un simple gesto con la cámara alcanzará.
Deja espacio suficiente entre tu toalla y la de los vecinos. No está bien visto amontonarse unos contra otros. Si llegas tarde y no hay suficiente espacio… vuelve otro día más temprano.
Si estás decidido, verás que después de los primeros minutos, te sentirás muy cómodo.
Relájate. Nadie está mirándote y olvídate de tus complejos. Nadie es perfecto. Ni aspira a serlo.
Como algunas partes de tu cuerpo no han sido expuestas nunca antes al sol. Utiliza crema con alto factor de protección solar como bloqueador, porque si no, acabarás con el trasero de mandril.
Si te emocionas, y “te crece un problema”, relájate, es normal. Date un baño o espera un rato tumbado boca abajo en la arena, y listo.
El ambiente de las playas nudistas por lo general es relajado, tranquilo y sus usuarios, amigables.
Cuida la playa. Respeta la naturaleza. No dejes nada en la playa, salvo tus huellas.