Seguro lo has comido al menos una vez, es el favorito de todos los niños, y por lo visto es el mejor sándwich fitness.
Aparentemente, la NBA está obsesionada con los sándwiches. Si eres fan del basquetbol, puede que domines el tema. Yo, por el contrario, no lo soy, así que es algo totalmente nuevo para mí.
Sin embargo, sí amo las historias sobre lo que obsesiona a la gente (mientras más raras, mejor), así que me acerque a ESPN para revisar su nueva investigación sobre la fascinación de la NBA con los sándwiches de crema de cacahuate y mermelada. Y déjenme decirles que no me decepcionó.
Esto es lo que ocurrió. Todo empezó en el 2007, cuando un compañero, cuyo nombre no fue mencionado, del ex jugador Kevin Garnett, se quejó con este de tener mucha hambre.
El anónimo jugador le dijo a Garnett: “podría comerme un sándwich de crema de cacahuate y mermelada”, y Garnett aceptó. De hecho, él pensó que era tan buena idea que desde esa noche, básicamente dio la orden de incorporar el sándwich en el ritual previo a los partidos de los Celtics.
El entrenador de acondicionamiento y fortalecimiento del equipo, Bryan Doo, le contó a ESPN que, de repente, se encontró haciendo sándwiches tres horas antes de cada partido.
Él tenía incluso una clave secreta para cada sándwich: marcaba cada bolsa con una letra, dependiendo del sabor de la mermelada o del tipo de crema de cacahuateque usara.
También contó que, si a Garnett no le daban su sándwich antes de cada partido, se enojaba. “Aún si no se lo comía, él necesitaba tenerlo ahí”.
Nada permanece en secreto por mucho tiempo, y por supuesto, el rumor del sándwich se propagó al punto que los coaches de toda la liga se vieron en la necesidad de prepararlos para sus jugadores. Cada equipo tiene requerimientos distintos, pero los sándwiches son obligatorios.
En el 2015, los Warriors de Golden State contrataron a Lachlan Penfold para el recientemente creado puesto de responsable de desempeño físico y medicina del deporte, y lo primero que hizo fue prohibir el azúcar al equipo, incluyendo los sándwiches.
El equipo protestó. Penfold, eventualmente cedió (y poco después lo corrieron y/o renunció bajo misteriosas circunstancias). El mensaje fue claro: el sándwich de crema de cacahuate y mermelada se queda.