Si hay algo que nos gusta de Peaches es que en cuanto ella aparece saltan todas las alarmas de lo políticamente correcto. La cantante canadiense sigue empeñada en sacar a la sociedad de su zona de confort a través de sus punzantes fraseos y sus bizarros videoclips y en su nuevo trabajo tenemos una amplia muestra de que se puede escandalizar a las mentes ”bienpensantes” de múltiples maneras.
En el adelanto de su nuevo trabajo nos subíamos al subversivo trapecio de esta cantante (‘Light in Places’), posteriormente pudimos ver como junto a una entrenadora rutilante (Kim Gordon) se convertía en la luchadora más bizarra del planeta (‘Close Up’), junto a la actriz Margaret Cho se convertía en la mejor representante de la terapia urbana contra el pichaflojismo (‘Dick in the air’) y de fichar a los rostros más míticos del burlesque para realizar una defensa a ultranza del derecho a ser golfa (‘I mean something’) en su nuevo videoclip nos invita a una orgía sin límites.
Ojo… que si hablamos de orgía sin límiter protagonizada, ideada y dirigida por la propia Peaches estamos hablando de palabras mayores. Y lo cierto es que el vídeo es una bendita colección de momentos blasfemos que sirven para mostrarnos que si hay algo que debe ser sagrado no es otra cosa que el sexo.
El sexo que se erige como elemento de denuncia de la doble moral, de los peores tics del heteropatriarcado y, también, como defensa de la libertad de cada unx… una fiesta eroticomusical a ritmo de electroclash y que no dejará indiferente a nadie. Nosotrxs, para que quede claro decimos bien alto: ¡¡Peaches rules!!.