La semana pasada saltaba una alarma que parecía ser algo puntual: el cantante tenía que ser hospitalizado después de que su jet privado realizara un aterrizaje de emergencia. La causa era una gripe con la que Prince llevaba luchando varias semanas.
Sin embargo, el botón rojo que ha vuelto a saltar ha sido definitivo, como ha comunicado su agente a diversos medios norteamericanos. Todavía se desconocen las causas de la muerte puesto que hasta dentro de unos días no se le practicará la autopsia. Uno de los mayores innovadores de la música de las últimas décadas ha fallecido a los 57 años de edad dejando un legado imborrable.
Nacido en Minneapolis el 7 de junio de 1958, Prince comenzó su carrera musical a finales de los setenta, muy influenciado por la música disco y los sonidos de Motown. Posteriormiente se encargó de crear su propio espacio musical, bebiendo de mil influencias de la música negra y la cultura pop y transformándolas con su toque personal.
Prince – ‘Purple Rain’
Durante la década de los años ochenta, se convirtió en uno de los artistas con más discos vendidos. Mayor todavía resulta su influencia musical puesto que a principios de la década se encargó de dar forma a lo que se conoció como el sonido Minneapolis, que se caracterizaría por su influencia del funk y el R&B dentro de una concepción pop.
Alcanzaría la cima de su popularidad con ‘Purple Rain’ (1984), uno de los discos más emblemáticos de aquella década que influiría en toda una legión de artistas y grupos en años posteriores. Cuando parecía que no podía superar su éxito, publicó en el año 1987 ‘Sign O the Times’, un doble álbum considerado como su gran obra maestra por la crítica y visto como el gran doble disco de la década.
En la década de los noventa, cambió su nombre por el ‘símbolo del amor’ en el que confluían el género masculino y femenino. Además, se tatuó en su mejilla la palabra esclavo, como protesta por las condiciones impuestas por el sello Warner.
Fue un autor tremendamente prolífico. Al igual que David Bowie, capaz de hacer de la música un sinfín de posibilidades sexuales. Rugía como Jimmy Hendrix, se convertía en un salvaje James Brown capaz de hacer el amor sobre el escenario. A los 57 años nos deja un genio de la música; su legado es eterno.