Si los cineastas tienen el Óscar, los arquitectos tienen el Pritzker, los fotógrafos encuentran en el Paul Huf a su propio Nobel particular. Cada instantánea es una nueva forma de mirar el mundo y este galardón se encarga de premiar a los artistas que están por llegar, a aquellos que tienen menos de 35 años.
En esta ocasión, el Paul Huf continúa explorando nuevas tierras y se marcha hasta el continente asiático. La joven Momo Okabe también lleva el galardón hasta un territorio fotográfico que no había sido premiado en los nueve años de historia del galardón: la transexualidad.
En efecto, la fotógrafa ha sido galardonada con un premio que se compone de un jugoso plus económico (20.000 euros) y una exposición en el prestigioso museo de fotografía Foam de Amsterdam.
Ternura e intimidad en bruto
Los amplios enfoques que estos jóvenes artistas muestran a la hora de acercarse al mundo de la fotografía personifican la apertura mental y el atrevimiento conceptual defendido por Paul Huf.
En esta ocasión, los trabajos ‘Dildo’ y ‘Bible’, en los que Okabe muestra a dos de sus ex parejas trans en sus proceso de reasignación sexual, le han servido a la artista para erigirse como la ganadora de este año.
El trabajo fotográfico de Momo Okabe consigue impresionar por el poder emocional de sus proyectos, y la naturaleza extremadamente personal de sus instantáneas.
Momo combina ternura, intimidad y realismo. Temas que se revelan a través de su uso del color, de una estética minimalista y del manejo del espacio como elemento simbólico, y que encuentran en la transexualidad el eje temático sobre el que poder gravitar.
Marloes Krijnen, director del Foam, se ha referido a Okabe y su galardón:
Es la novena vez que estamos organizando este premio estoy muy orgulloso de la existencia y la continuidad de la mismo. Todos los años vemos una calidad de trabajos cada vez mayor. En esta ocasión, la obra de Okabe está muy en la línea con el objetivo del galardón: nuevas temáticas y nuevos jóvenes talentos”.