Miley Cyrus y provocación son dos terminos que han ido de la mano a lo largo de todo el 2013. La nueva diva del pop ha querido dejar atrás su imagen de niña recatada (‘para mostrar la perra que lleva dentro’ como le gusta decir a la propia artista) a base de provocaciones tan programadas como cargadas de sexualidad: primero haciendo twerking en la gala de los MTV, después grabando sesiones de fotos y videoclips subiditos de tono de la mano de Terry Richardson y posteriormente fumándose un porro en la gala de los EMA.
Al final, todas las provocaciones de la cantante han conseguido auparla al Olimpo virtual, como una de las artistas más seguidas del año en los motores de busqueda más importantes de la red. La última provocación de Cyrus también tiene su componente sexual: la cantante ha subido una foto en top-less para desear felices pascuas a su particular manera.
Miley Cyrus, una bomba sexual
Ahora bien, este nuevo desafío planteado por la cantante no tiene que ver ni con promociones individuales, ni con la salida inminente de un nuevo disco de la artista, sino que va un paso más allá. En este caso, este topless no es gratuito ya que lo ha hecho a favor de un movimiento de igualdad para las mujeres.
El movimiento ‘Free the nipple’, es una corriente que defiende la desnudez del cuerpo femenino y el derecho a poder exhibirlo sin criminalizar a la mujer que lo hace. De hecho, esta corriente cultural, tiene como proyecto un documental en el que se critica la programación televisiva estadounidense, que invade los hogares de contenidos violentos y sin embargo recurre a la censura cuando asoma un pezón por televisión.
Esta corriente feminista bebe de las mismas fuentes que el documental ‘Interior. Leather Bar’, rodado por James Franco. En el proyecto del protagonista de ‘127 horas’, se rodaron los 40 minutos de la película ‘Cruising’ de Al Pacino que fueron censurados por el propio director -por su contenido homoerótico- para que pudiera ser estrenada en las salas de cine convencionales.
En la práctica (como en el movimiento ‘Free the nipple’), el documental es un canto a la libertad creativa por encima de barreras, incluso Franco se plantea una de las preguntas que se hacen las mujeres de este movimiento: ¿Qué es más osceno, la violencia o un pezón?
Aunque la respuesta parece obvia, la realidad no nos lo demuestra de la misma manera y el proyecto ‘Free The Nipple’ se encarga de recordárnoslo. El documental nace de la actriz Lina Esco (‘LOL’, ‘Héroes’…) que busca abrir un debate que consiga la decriminalización del desnudo femenino en EEUU. Según un estudio en el que se basa el documental, un joven norteamericano ve de promedio 200.000 actos violentos y 16.000 asesinatos en la televisión de su país antes de cumplir la mayoría de edad, pero ningún pezón.
De hecho, hoy en día sigue siendo ilegal en 37 estados norteamericanos que una mujer vaya con el torso desnudo por la calle, y en algunos donde sí es legal -como Nueva York- las mujeres que lo hacen siguen siendo perseguidas por la policía, mientras que los hombres que quieran disfrutar del sol de Central Park sin camiseta lo pueden hacer sin ningún tipo de inconvenientes.
La criminalización del desnudo femenino afecta a numerosos círculos sociales: desde madres que quieren amamantar a sus bebés en público, hasta los artistas cuya obra orbita sobre el desnudo. Este documental busca sacudir conciencias y poner punto y final a una cultura que glorifica la violencia y ve como algo pernicioso el cuerpo humano.