El preciado ‘#1’
Por mucho que los VMAs le hayan causado un cese en el contrato con Vogue para protagonizar la portada de diciembre de 2013, Miley no va a retroceder en ningún aspecto de su renovación como estrella del pop. Si ‘We Can’t Stop’ supuso un éxito para la llegada del nuevo sonido de Cyrus, ‘Wrecking Ball’ será la balada que le otorgue un merecido hit en las listas mundiales. Sobre todo, y antes de más lanzamientos, lo que más le interesa a Miley es ese número 1 en Billboard -el cual habría conseguido si no fuera por el excepcional éxito de ‘Blurred Lines’ de Robin Thicke-.
No podrán con ella
‘Wrecking Ball’ juega todas las cartas de Miley bajo la dirección del famoso Terry Richardson, el cual últimamente tiene de musa a Lady Gaga. La fotografía, como era de esperar, es de una notable calidad y Miley consigue explotar su desnudez siguiendo con la estela morbosa que ya dejó desde su ‘We Can’t Stop’.
En esta ocasión, ha preferido optar por algo más elegante y una performance mirando al objetivo que capta toda la emoción de la canción mientras Richardson juega con la desnudez de Cyrus encima de una bola de demolición. Miley también se hace dueña de un mazo que ya lo quisiera su cuñado -el de Thor, Chris Hemsworth- dejando a más de una -y de uno- con la boca bien abierta. ¿Se convertirá Miley en nuestro nuevo icono lésbico del pop? Así ha cautivado Miley a más de 10 millones ‘clicks’ para ver su vídeo en Youtube -todo ello en menos de 24 horas desde su lanzamiento-. ¡Bravo, Miley!