‘Mario y la nube’: Un cuento para la integración de los jóvenes LGTB

¿De qué va?

Mario es un chico muy alegre y enérgico del que a veces se burlan en la escuela por ser diferente. Y es que a Mario no le gustan las niñas. Pero un día su nube preferida Dulce le explica una historia que le cambiará la vida. Gracias a sus consejos, Mario entenderá que la homosexualidad también es esencial para garantizar la supervivencia del hombre en la Tierra, y encontrará el valor para explicarles a sus padres lo que le preocupa.

La tierna historia de Mario y la Nube fue pensada para ser leída a la vez por padres e hijos. Así, al terminar el cuento aquellos niños y niñas que se sientan atraídos por otros niños y niñas del mismo sexo se verán más capaces de contárselo a sus padres. Esta historia también pretende enseñar que la homosexulalidad es una condición natural en cualquier ser humano. Una más de entre las muchas variantes que existen en la vida.

¿Por qué escribir este cuento?

Hace unos meses leí una noticia en el periódico que me dejó totalmente consternada: la orientación sexual es la primera causa de ataques contra jóvenes en los colegios, según denunciaba la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).

La noticia venía a raíz del trágico suceso que había ocurrido en la Nochebuena de 2015. Un joven transexual se había suicidado en Barcelona después de haber sufrido acoso en las aulas durante los últimos años. Al parecer algunos de sus compañeros no solamente se reían de él, sino que le levantaban la camiseta y le preguntaban entre burlas por qué llevaba nombre de chico si tenía pechos. Eso cuando no lo tiraban por las escaleras o le daban porrazos contra la pared.

Y yo me dije que no era posible. ¿Cómo iba el Estado a permitir tal crimen social en pleno siglo XXI? No, tenía que tratarse de una equivocación. Así que quizás en mi afán por demostrarme a mí misma que yo tenía razón, me dispuse a investigar un poco más a fondo. Pero lo que descubrí fue aún más desesperanzador.

En mayo de 2016 la misma federación publicó el ‘Informe sobre Delitos de Odio e Incidentes Discriminatorios por Orientación Sexual e Identidad de Género en España. 2015’. Este concluía que el número de personas menores LGTB que afirmaron haber sufrido acoso, agresiones y tratamiento intimidatorio se había duplicado con respecto al año anterior, alcanzando un 15% del total recogido en 2015.

Se registraron casos de violencia verbal (burlas, insultos, rumores), de violencia social (mecanismos de rechazo, exclusión, aislamiento por parte del resto del grupo y bullying homofóbico a través de internet o del móvil), y de violencia física (palizas, agresiones sexuales, amenazas, golpes, y empujones). El mayor porcentaje de acoso se da entre los 12 y 15 años, pero la federación tiene datos de víctimas desde la temprana edad de 5 años. 

Me quedé literalmente sin palabras. Y las preguntas que me vinieron a la cabeza fueron muchas e inmediatas: ¿Por qué no existen leyes que defiendan los derechos de los menores LGTB y que les protejan de estas barbaridades? ¿Por qué a los políticos no les alarman estos datos tanto como a la gente de a pie? ¿Por qué en la escuela no se enseña a los niños a respetar a todos sus compañeros independientemente de su identidad de género u orientación sexual?

Normalizando la homosexualidad

Supe en seguida que este último punto era clave. Urgía reformar la educación y apostar por la consecución de escuelas inclusivas. Debíamos exigir que en las clases se impartieran asignaturas de educación sexual en las que se explicara la riqueza de la diversidad humana en cuanto a lo que orientaciones sexuales se refiere. Y, todavía más importante, los alumnos LGTB debían saber que son niños y niñas tan normales como los demás y que nunca, bajo ningún concepto, debían tolerar esta clase de abusos.

Pero los políticos, no sé muy bien por qué, andan un poco escasos de iniciativa cuando se trata de temas de esta índole. Y yo sentía la necesidad de colaborar de algún modo, de contribuir a la causa con mi pequeño granito de arena. Por eso escribí ‘Mario y la nube’, un bonito cuento que pretende explicar a los niños y niñas de entre 6 y 9 años que la homosexualidad es tan normal como la heterosexualidad.

Lo hice con la esperanza de que cuando todos esos niños descubran su propia sexualidad en un futuro cercano (si es que no lo han hecho ya), ni se encuentren reprimidos ni intenten reprimir a sus compañeros. Así, por un lado, aquellos jóvenes que se sientan atraídos por otros chicos y chicas del mismo sexo quizás se vean más capaces de contárselo a sus padres. Y por otro lado, terminaremos de una vez con el acoso homofóbico en las aulas.

Por si hubiera algún interesado, el cuento está disponible tanto en castellano como en inglés en los links de más abajo, y además se podrá descargar gratuitamente entre los días 14 y 15 de octubre.

Porque cuando se trata de cosas tan serias como el futuro de nuestros jóvenes, cualquier granito de arena cuenta.