‘Los pies vendados’: radiografía de una tradición desgarradora

Independientemente de la latitud del planeta en la que nos encontremos, las costumbres tradicionales suelen tener las mismas características: por un lado buscan perpetuar el status quo vigente y por el otro mantener la subyugación de la mujer hacia la figura masculina.

De este modo nos encontramos costumbres de lo más insólitas. Desde el peculiar maquillaje natural de las mujeres de la tribu de los Himba que las dota de un particularísimo tono rojizo hasta las ‘mujeres jirafa’ de la etnia Kayan que son obligadas cuando son niñas a ponerse aros alrededor del cuello para conseguir que este se deforme y luzca más estilizado y largo.

En la China imperial que nos dibuja Li Kunwu también se adivinan este tipo de prácticas. Aunque el origen del vendaje de pies y de pechos (este mucho menos agresivo para el cuerpo de la mujer) se sitúa en las clases altas con el fin de alcanzar mayor gracia en los movimientos, la práctica poco a poco se extendió hasta convertirse en un ideal de belleza, en un requisito para encontrar esposo y una oportunidad para las mujeres pobres de conseguir un marido que les permitiera subir de clase social.

La protagonista del cómic, la joven Chunxiu, es una de las millones de mujeres chinas que sufrió en sus carnes está práctica. Sin llegar a los 10 años de edad, siguiendo la costumbre tradicional y siguiendo los consejos de su madre, Chunxiu se ve obligada a vendarse los pies para intentar alcanzar un futuro mejor.

Sin embargo el drama de Chunxiu no termina con las secuelas físicas y psicológicas que le deja esta tortura (los pies quedaban deformados de por vida y para alcanzar el ideal estético no debían superar los 7,5 centímetros). Con la llegada del comunismo a China y la desaparición de las tradiciones elitistas (que son sustituidas por otras nuevas costumbres que tienen la misma finalidad), la joven deberá soportar la exclusión social de una nueva sociedad que rechaza los hábitos de la China tradicional.

Sabías que…

1. En la China imperial, los pies se clasificaban en tres categorías diferentes. Los de clase superior eran los llamados ‘pétalos de loto’; los de la intermedia ‘luna nueva’; y los de clase inferior ‘pequeñas castañas de agua’.

2. Li Kunwu es uno de los pocos artistas de su generación que siempre ha vivido en exclusiva del noveno arte. Treinta años de actividad le contemplan y publicaciones en las revistas de cómics más emblemáticas de su país, como ‘Lianhua Huabao’ o ‘Humo Dashi’.

3. La editorial Astiberri ya nos había dado a conocer la obra de Li Kunwu gracias a la publicación de la trilogía ‘Una vida en China’ en 2010.

4. ‘Los pies vendados’ narra una historia real. Y es que esta novela gráfica, relata la vida y vicisitudes de Chunxiu, niñera del autor del libro.

5. Kunwu empezó especializándose en el cómic de propaganda, pero después se dedicó al estudio de las minorías culturales. En la actualidad es miembro del partido Comunista Chino y administrador de la Asociación de los Artistas de Yunnan y del Instituto del Dibujo de Prensa de China.

Cómic-protesta

Hace muchos años que el mundo del cómic dejó de ser un mero divertimento para jóvenes que querían evadirse con historias fantásticas.

La novela gráfica ha ido ganando presencia tanto en bibliotecas particulares como en las estanterías de las tiendas gracias a la creación de un nuevo producto cultural que ha conseguido borrar las fronteras entre la historieta de actualidad, el relato periodístico y la novela.

En este sentido, Li Kunwu continúa el viaje cultural iniciado por el ‘Maus’ de Art Spiegelman (hay que recordar que se convirtió en el primer cómic que consiguió ganar el Premio Pullitzer) y que en su vertiente asiática tiene a Marjane Satrapi (autora de la archiconocida ‘Persepolis’ y de las no tan conocidas pero igual de deliciosas ‘Bordados’ y ‘Pollo con ciruelas’) y Mana Neyestani (autor de ‘Una metamorfosis iraní’ y que dio con sus huesos entre rejas por una ilustración ofensiva) como máximos representantes.

Kunwu sigue el sendero marcado por otros autores, pero nos ofrece un punto de vista personal. Se basa en una historia real, utiliza un blanco y negro desgarrador para unas viñetas igual de dolorosas, todo para ponerle voz a los desheredados de la historia, a los sufren de manera sistemática y es que como en el propio cómic se indica, hay un dicho chino que afirma: ‘a pie pequeño, gran barreño de lágrimas’.