A la hora de elaborar una historia no importa tanto el tema que tratamos sino como lo tratamos. Así pasa con la historia de Robbie Rogers: salida del armario, retirado de manera repentina del fútbol por la presión a la que estaba sometido, regreso a los estadios tras una crisis de conciencia que desembocó con un cambio de rumbo en su vida, ejemplo del colectivo LGTB en EEUU… Lo cierto es que en la vida de Rogers hay espacios gratificantes, pero también hay huecos sombríos, de los que cuesta recordar.
Aunque Universal bien podría haber hecho una serie dramática, en este caso, se acercarán a la vida de Rogers desde un punto de vista mucho más lúdico.
Además, la inclusión de dos personas tan cercanas al colectivo LGTB como Craig Zadan y Neil Meron (dos de los más estrechos colaboradores de Ellen Degeneres) nos evitará el humor de boína y eructo que utilizan en otras series (‘Dos hombres y medio’) en los que la comunidad no es más que una mera sucesión de clichés sobre los que hacer chascarrillos.
Poco más se conoce de la serie. La gente de Universal Televisión saben hacer muy bien su trabajo y de momento las informaciones que llegan son como las recetas del médico: demasiado racionadas y demasiado crípticas. Ahora bien, la serie de Rogers se suma a las de otros deportistas LGTB (ya está confirmada una docu-serie sobre Michael Sam) que también estarán en la parrilla televisiva norteamericana del próximo año… el cambio en el mundo de la ficción televisiva ya está en marcha.
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