The New York Post ha tenido acceso privilegiado a las páginas a ‘Straight Walk’, la autobiografía de la top model y actriz Patricia Velasquez en la que narra su ascenso desde un barrio pobre de Venezuela a las pasarelas de Milán, París, Nueva York o Londres.
Sin embargo, según narra, la historia de la modelo estuvo ligada a la soledad y la mentira al haber ocultado durante gran parte de su vida su condición lésbica, pues la presión de sacar a su familia de la pobreza le hizo pensar que no sería admitida social ni profesionalmente.
A lo largo de sus 196 páginas, ‘Straight Walk‘ cuenta cómo Velasquez fue descubierta y elegida para competir en el certamen de Miss Venezuela 1989, competición en la que quedó en segundo lugar tras someterse a operaciones de estética, aceptar tratos deshonestos con hombres por dinero y protección o llevar a cabo peligrosas dietas de adelgazamiento.
Sin embargo, el dato que ha supuesto la mayor revelación pública de la modelo ha sido informar de su pasada relación con la famosa actriz cómica Sandra Bernhard, en un momento de su vida en la que ella ni siquiera se definía como bisexual, mucho menos como lesbiana.
Velasquez narra cómo conoció a Bernhard tras un desfile y sintió una conexión innstantánea con ella. Esa misma noche la pasarían juntas en su hotel, dando inicio a una relación muy intensa que despertó su verdadera sexualidad.
Estaba muy enamorada de Sandra, de una manera que nunca antes había experimentado en una relación.’
El volumen también recoge la salida del armario de Velasquez con su familia y entorno íntimo, en quienes encontró gran apoyo. Sin embargo, dice haber sentido la obligación de salir también del armario en un libro, para ayudar a destruir los prejuicos que todavía permanecen en la comunidad latina.