‘La parte de los ángeles’: un whisky con aroma a segunda oportunidad

Director: Ken Loach Reparto: Paul Brannigan, John Henshaw, Gary Maitland, Jasmine Riggins, Willam Ruane, Roger Allam, Siobhan Reilly Calificación: 7

La película se centra en la vida de cuatro desheredados sociales. Robbie es un exadicto a la cocaína que tiene brotes violentos y está esperando su primer hijo, Albert es un parado que roza el alcoholismo y tiene menos luces que los concursantes de ‘Gandía Shore’, Mo es una joven cleptómana que no puede evitar robar todo lo que está a su alcance y Rhino es otro joven que pasea por los barrios más deprimidos de Glasgow buscando una luz que pueda iluminar su futuro.

Los cuatro son condenados a realizar servicios sociales y allí se encuentran con la figura de Harry, un asistente social que les permitirá tener una segunda oportunidad en la vida. Con Harry aprenden a perdonarse a sí mismos y descubren que hay futuro entre los marginados, y también los secretos del whisky, algo que terminará por cambiarles la vida.

1. La película ha triunfado en varios festivales. En el Festival de Cannes 2012 recibió el Gran premio del Jurado y en San Sebastián se alzó con el galardón del Público Europeo.

2. En su proceso de maduración, el whisky está durante años, lustros y décadas dentro de la barrica. Cada año de este proceso produce la evaporación de cierta cantidad de bebida, esa es la llamada parte de los ángeles.

3. En esta película se pueden observar los paisajes preferidos de Ken Loach y es que el realizador vuelve a unir en el film dos lugares recurrentes en su filmografía: Escocia y Glasgow.

4. La película cuenta en sus filas con un auténtico profesional del whisky, el personaje de Charles MacLean, interpretado por Rory McAllister. En este caso, Loach se decantó por dar este papel a un especialista de este mundillo antes que a un actor que no supiera nada del asunto

1. Unos secundarios de lujo. Como viene siendo un clásico en el cine británico, la película está salpicada de actores -de esos que nuncas recuerdas el nombre- que dan empaque, equilibrio y coherencia a toda la trama ideada por Loach y Laverty.

2. Salir con una sonrisa del cine. La película no se mete en el fango sentimental. No se le puede exigir profundidad, ni transgresión, ni que suponga un antes y un después en la vida de los espectadores puesto que ese no es el objetivo del director. En este trabajo Loach ha tirado por un camino más ligero cuya meta final es hacer pasar un buen rato y sacar más de una sonrisa al espectador…y podemos decir que el objetivo lo cumple con creces.

3. Personajes de carne y hueso. Loach centra su historia en los barrios marginales de Glasgow y los actores bordan todos los aspectos callejeros en unas interpretaciones que se pueden sentir, que se presentan de una manera muy cercana al espectador.

4. Un protagonista lleno de matices. Loach y Laverty han conseguido crear a un protagonista -Robbie- que se mueve entre la misma escala de grises que todos nosotros.

1. ¿Otra vez?. El espectador sale del cine con la sensación de que Ken Loach ha contado esta historia en más de una película.

2. Poco partido. A pesar de que algunos secundarios lo bordan, otros personajes parecen un poco planos, como poco aprovechados.