Una joven Madonna protagoniza una serie de veintiuna de fotografías inéditas que subastará el empresario estadounidense Jeremy Frommer el próximo nueve de noviembre. Las imágenes, que fueron tomadas en 1977, pertenecían al fundador de la revista Penthouse, Bob Guccione, de quien consiguió las instantáneas después de declararse en bancarrota en 2010.
Unas fotos con historia
En la década de los 70, Madonna era una estudiante de danza en la universidad de Michigan que apenas superaba la mayoría de edad. Sus ganas de triunfar favorecieron que la artista posara desnuda delante del objetivo de Herman Kulkens, de quien recibió 10 dólares por cada imagen.
Varios años más tarde, cuando ya era una estrella del pop, las grandes cabeceras Penthouse y Playboy se enfrentaron en los tribunales para publicarlas. De toda la serie, sólo seis ellas llegaron a aparecer en ambas revistas.
Al ser preguntado posteriormente, Kulkens ha manifestado el impacto que le produjo la anatomía y facciones de la artista: el fotógrafo asegura que nunca ha olvidado la impresión que le causó una joven e inocente Madonna, cuya cara ‘le recordó a Cleopatra’.
Madonna firmó en su momento un documento en el que cedía todos los derechos de autor, lo que permitía ‘venderlas o usarlas como mejor le viniera’ al fotógrafo. Además, entre las particularidades de este caso, se encuentra la de una enigmática compañera que posa en una imagen junto a Madonna. Ambas le dan la espalda a la cámara, mientras la cantante le acaricia el pelo.