Solo hace falta ver un puñado de viñetas para asociar la imagen del inspector Moroni a otros policías deliciosamente patosos.
El descacharrante inspector Clouseau (asociado –por fortuna- al genial Peter Sellers y no al infame Steve Martin), el hiperdespistado inspector Gadget al que acompañábamos en sus aventuras mientras apurábamos nuestras merendillas, al Superagente 86 (quién no recuerda su zapatófono)… o a nuestro Anacleto, agente secreto.
Ahora bien, el personaje creado por Guy Delisle tiene su propio y personal universo compuesto por un perro con el que comparte piso y desdichas, una madre que parece salida de la novela ‘La conjura de los necios’, más drogas legales que en un evento farmacéutico, cierta neurosis y con un carácter conspiranoico heredado del mismísimo Pedro J. Ramírez.
‘Inspector Moroni’ se divide en tres partes: ‘Primeros pasos’, ‘Dulce o amargo’ y ‘El síndrome de Estocolmo’. Tres capítulos diferentes pero interconectados y que servirán para conocer las manías y entorno de este insólito policía.
La primera historia (como su propio nombre indica) sirve para hacernos una radiografía del personaje, ‘Dulce o amargo’ nos muestra a un Moroni aún más extremo y en el capítulo final, el mejor tirador de su promoción, directamente se desborda por todos los costados.
El Delisle de la ficción
La carrera de Delisle se ha basado en sus propias vivencias. ‘Shenzen’, ‘Pyongyang’, ‘Crónicas birmanas’, ‘Crónicas de Jerusalen’… Su saga viajera se ha convertido en todo un referente del cómic actual. El franco-canadiense tiene una habilidad especial para poner al mundo bajo la magia de sus viñetas.
A través de un estilo personal que camina entre las guías de viajes alternativas, la crónica periodística, la historias de actualidad y la novela gráfica.
La ácida lupa del autor enfoca los paisajes kafkianos que se le presentan y que el autor se encarga de desmontar a partir de sus artesanales viñetas y un sentido del humor único.
Sin embargo, en ‘Inspector Moroni’ vemos un cambio de registro brutal. A pesar de que el estilo del dibuja permanezca, en esta ocasión, Delisle se lanza de cabeza al terreno de la ficción más pura.
Moroni, con todas sus peregrinas teorías, es el resultado lógico de una sociedad neurótica, un elemento sinsentido en esta globalidad absurda que llamamos mundo.
¿Funciona?, Pues a ratos. Desde luego que ‘Inspector Moroni’ no es como la autobiografía de José María Aznar, es decir un sedante de lo más eficaz, pero bien es cierto que no alcanza el nivel -sobresaliente, por otro lado- de sus obras más personales. Una obra que nos hace pasar un buen rato pero que -al contrario que otros títulos del autor- no deja huella.
‘Inspector Moroni’
Editorial: Astiberri
Colección: Sillón Orejero
Guión: Guy Delisle
Dibujo: Guy Delisle
Precio: 20 euros.
Formato: Cartoné. 152 páginas
ISBN: 978-84-15850-50-2
A la venta en: Astiberri, Amazon.