La homofobia es un mal social que se ha expresado de distintas formas a lo largo de la Historia. Y con “expresado” me refiero específicamente a la palabra, a los insultos que los homofóbicos han encontrado para ondear su bandera de odio e intolerancia.
De tal forma no te sorprenderá saber que en el México prehispánico, el famoso “puto” tiene su equivalente en la lengua náhuatl. La palabra que en aquel entonces se utilizaba para expresar desprecio y odio hacia los homosexuales era “cuilón”.
“¡Cuilón!” gritaban los ciudadanos mexicas para anunciar y alertar que dos hombres se estaban dando cariño. De esta forma los amantes eran detenidos y llevados ante las autoridades para obtener su castigo. ¿Te suena conocido?
Los castigos eran muy crueles. El amante pasivo era ahorcado hasta la muerte, mientras que al amante activo lo golpeaban y humillaban en público. De igual forma asesinaban a los hombres que se vestían de mujer o que hacían las labores de una mujer.
Escándalo prehispánico
El libro “¡CUILONI! Historia de una lágrima” de José Luis Basulto Ortega documenta mejor lo que era tener un amor gay en la época de la Gran Tenochtitlán, y plantea además que el imperio de México fue un obsequio de Moctezuma a Hernán Cortés como parte de un cortejo amoroso que hubo entre ambos. ¿¡QUÉ!?
El autor afirma que su novela se basa en 15 pruebas documentales que demuestran la relación gay entre Moctezuma y Cortés. Por si fuera poco, también dice que la Malinche aparece en la Historia únicamente como la mensajera de amor entre ambos.
Mejor el amor maya
Se cree que los mayas eran más relajados en cuanto a su sexualidad, ya que el sexo formaba parte de sus ritos de guerra y religión, así que no asesinaban a los homosexuales. Es más, el sexo gay funcionaba como ritual que convertía en hombres a los jóvenes. Si quieres más información sobre esto échale un vistazo a “La semilla del hombre: sexualidad y fertilidad entre los mayas contemporáneos” de Mario Humberto Ruz.