¡Oh, baby! ¿Qué onda? Si a ti te gustan los juegos de mesa y no tienes claro a qué jugar, o si te gusta coleccionar los más raros, te hemos encontrado la solución perfecta a todos tus problemas: aquí ha llegado el Monopoly Gay. Pero ojo, que viene con trampa.
Te pensarás que es una nueva edición que acaba de salir, cuando la realidad es que lleva entre nosotros nada más y nada menos que 35 años.
Allá por 1982 alguien decidió diseñar la versión más marica del Monopoly y lo hizo con mucha gracia. Primero, por las fichas, que eran: un secador de pelo, unas esposas, un jeep, un gorro de policía y un osito Teddy bear. Todos los tópicos que en otro contexto nos aburrirían pero que en el juego nos encantan.
El artwork no se queda corto y corrió a cargo del le-gen-da-rio Tom of Finland, por lo que ya te puedes imaginar a los emprendedores más morbosos, con cuero, sin camisetas y unos paquetes enormes. Las reglas básicamente te decían que te las saltaras, porque para cumplirlas ya está la Ciudad Hetero.
El Monopoly Gay se vendió poco y ahora encontrar un ejemplar en caja sin abrir, cuesta una fortuna. En eBay se acaba de vender uno en… ¡agárrate-te-té-te! ¡15,000 dólares! ¡Wow!
Con el tiempo que ha pasado, exigimos una nueva versión del Monopoly Gay. Si tenemos uno de Nintendo, de los Simpson’s, de Juego de Tronos y de mil cosas más que pueden ser de lo más Equis, seguro que si alguien se anima a empezar un proyecto Kickstarter seguro que recaudan lo suficiente para que consigamos ver una versión 2017 del mejor juego de mesa del mundo.
Y tú, ¿lo quieres?