GREEN ZONE – DISTRITO PROTEGIDO

Director: Paul Greengrass
Actores: Matt Damon, Greg Kinnear, Brendan Gleeson, Amy Ryan
Calificación: 7 /10

¿De qué va?

Durante la ocupación de Bagdad en 2003 por tropas extranjeras, mayormente estadounidenses, al subteniente Roy Miller y a su equipo de inspectores les encomiendan la misión de recorrer el desierto en busca de armas de destrucción masiva supuestamente almacenadas allí. Registran escondite tras escondite, a cual más peligroso, pero en vez de letales agentes químicos, descubren un elaborado plan que da la vuelta al propósito de su misión. Rodeado de agentes con objetivos contradictorios, Miller debe abrirse camino entre una maraña de espías en un país desconocido mientras intenta encontrar respuestas que quizá sirvan para salvar a un gobierno o para extender la guerra en una región muy inestable. No tardará en descubrir que, en un momento difícil y en una región explosiva, el arma más difícil de encontrar es la verdad.

1. Paul Greengrass vuelve a dirigir a Matt Damon después de su fructífera colaboración en la saga Bourne.

2. El guión está basado en el libro superventas Vida imperial en la ciudad esmeralda: dentro de la Zona Verde de Bagdad, escrito por el ex jefe de la oficina del Washington Post en Bagdad, Rajiv Chandrasekaran.

3. El rodaje empezó en Los Alcázares, Murcia. Pero la mayoría de la cinta se filmó dentro y en los alrededores de Rabat, capital de Marruecos.

4. Para el equipo artístico y técnico se contó con veteranos de la Guerra de Iraq, que debían encarnar a soldados del MET D y a personal militar en general.

5. Dirige Paul Greengrass, autor de Bloody sunday (Domingo sangriento) (2002), El mito de Bourne (2004), United 93 (2006) y El ultimátum Bourne (2007).

La filmografía de Paul Greengrass se puede dividir en dos vertientes: el docudrama de impacto social (Bloody Sunday, United 93) y el thriller de acción (la saga Bourne). Con Green Zone, el director inglés ha intentado unir en una sola película las dos facetas: el filme de acción, con trama de espionaje, y la denuncia política, las verdaderas razones de la invasión de Irak. El procedimiento es sencillo, basta con transformar el motivo que desencadena toda la trama: de ser una pura invención de guionista, a estar basado en sucesos reales relatados por un periodista de prestigio. Una manera habilidosa y efectiva de unir en una misma película la acción con la reflexión.

Greengrass exhibe todo su habitual arsenal visual -plagado de distintos dispositivos de captación de imágenes y alternancias de puntos de vista- y su nervioso y abrupto sentido del montaje, para construir una entretenida ficción que no pierde de vista la realidad.

Lo mejor: La afortunada imbricación entre espectáculo y denuncia.

Lo peor: Un final demasiado reconfortante y didáctico.

Momentazo: La reunión en la piscina donde se ve el contraste entre los soldados que se juegan la vida y los burócratas que la disfrutan con ostentación.

Vete a verla si: Te gustan las películas de acción con transfondo social y de denuncia.

Carlos Joric