Como Pedro por su casa, o Pietro, en este caso. Sin ninguna prenda ni pudor apareció un individuo en el interior del Panteón de Roma -declarado junto al resto de casco histórico Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO- ante las miradas de estupefacción y las risas de los turistas presentes.
Tras saltarse algunos cordones de seguridad y tumbarse boca abajo en la tumba del pintor y arquitecto renacentista Rafael Sanzio, la salida del monumento del anónimo fue firmemente favorecida por los efectivos de seguridad del templo. Con lo gracioso que podría haber sido verle hacer lo mismo junto a la colorida guardia vaticana…