El talento de La Mala Rodríguez consigue hipnotizar a la Sala El Sol

Con el retraso obligatorio de todo gran artista, La Mala aparecía en la Sala El Sol. El cartel de entradas agotadas que enmarcaba la taquilla se convertía en un buen presagio, risas complices, nubes de un sospechoso humo azulado, gorras de hip-hop mezcladas con gafas modernas…el ambiente se caldeaba y la voz de La Mala se iba a encargar de ponerlo en estado de ebullición

A jierro..

Desde el comienzo del show, La Mala demuestra que este iba a ser un concierto sin concesiones, un show desde el corazón, cantado a jierro.

Al igual que con el buen sexo, los primeros temas sirven para que el público comience a lubricar. La primera fase del concierto orbita sobre los temas de ‘Dirty bailarina’. La Mala se desliza con elegancia sobre las bases más electrónicas del concierto, sola sobre el escenario (Kultama y Chulito Camacho subieron a colaborar con la jerezana en dos temas puntuales), La Mala María mastica sus fraseos y los escupe a cara de perro ante un público que poco a poco va cayendo en el embrujo de la andaluza

‘Lo estoy reventando…’

La Mala y el público van entrando en calor. La artista comienza a desglosar los temazos de su discografía. De este modo, mientras la Sala el Sol se impregna de las notas de ‘La niña’, ‘A jierro’, ‘Nanai’, ‘Toca, toca’, ‘Eres para mi’… la jerezana demuestra que es una artista de carácter, que tiene una poderosa voz que es un verdadero animal del escenario.

Entre tema y tema, La Mala demuestra sus tablas sobre el escenario. Se muestra graciosa a la hora de describir su espectáculo, concienciada cuando menciona el estado de la Sanidad y la Educación en nuestro país y directamente revolucionaria a la hora de hablar de los indignados y de que la solución ‘no está en protestar, sino en cortar cabezas’.

La noche va fluyendo a ritmo de hip-hop. La Mala continúa deslumbrando a la sala El Sol con el brillo de sus temas y para cuando suenan las primeras notas de ‘No pidas perdón’ el público está totalmente entregado.

Tras un brevísimo descanso, ‘Por la noche’ se encarga de cerrar la cuadratura del círculo. Atrás ha quedado una hora y media larga de espectáculo y uno se marcha con el sabor dulzón que dejan los grandes conciertos… y es que La Mala tiene lo que tú quieres.

La Mala Rodríguez – ‘Por la noche’