El impacto LGTB dentro del mundo de los cómics y los superhéroes ha sido tan fuerte que a unx le entran ganas de tener superpoderes para poder volar desde un Orgullo Gay Mutante a otro.
El mundo de los cómics quiere olvidar aquellos tiempos en los que sus historias eran demasiado blancas, demasiado conservadoras, demasiado heteronormativas. En realidad, estas historias no dejaban de ser un reflejo de una sociedad excesivamente encorsetada en valores retrógrados. Al igual que ahora. Los superhéroes siempre han servido como ejemplo para los más jóvenes y ahora estos modelos se han olvidado de los patrones falocéntricos para abrazar la variedad.
Si el universo de DC Comics había anunciado una sexualidad diferente para alguno de sus protagonistas (Midnighter, The Pied Piper), Marvel había celebrado la primera boda homosexual celebrada entre Estrella del Norte y Kyle, para continuar alimentando una larga tradición LGTB dentro de sus viñetas.
Ahora la cuestión sexual llega hasta los X-Men. Si entre las múltiples historias surgidas de este universo ya contamos con héroes que se salen del patrón heteronormativo (el hijo de Lobezno ha declarado en múltiples ocasiones su bisexualidad), ahora uno de los principales protagonistas de la saga da el paso de salir del armario.
El superhéroe en cuestión es el Hombre de Hielo que tras una conversación con Fénix hace pública su condición de gay. Una homosexualidad distinta y que es bien recibida por sus miembros de la patrulla. Por fin los superhéroes han dejado a un lado los trajes tradicionales para ajustarse con fuerza la capa de la Diversidad. Ahora ya solo falta que Batman y Robin hagan pública su relación para tener la familia al completo.