El colectivo LGTB se abre paso en la República Tunecina gracias a la tecnología

Las revoluciones ciudadanas se apoyan en aquello que tienen a mano y pueden manejar de manera libre. Así, el movimiento estudiantil de Mayo del 68 se apoyó en la televisión y en el cine –nouvelle vague, cinema verité– como elementos de acción directa. 

En la actualidad, el mundo de la tecnología ha conseguido acelerar todos los procesos. En nuestro país, en 2004 el ‘pásalo’ vía SMS se convirtió en el mejor arma para favorecer la convocatoria ciudadana. En 2010, dentro de la Primavera Árabe, twitter tomó el testigo como altavoz de las propuestas… y este mundo online continúa siendo uno de los principales focos para que la disidencia pueda tener un espacio donde expresarse.

Un claro proceso de cambio

En la República Tunecina, el colectivo LGTB ha aprovechado la apertura que ha supuesto la Primavera Árabe para hacerse escuchar. Hay que recordar que en el país la homosexualidad no está penada -obviamente, puesto que hasta que Putin no diga lo contrario, nadie tiene en su documento de identidad sus preferencias sexuales- pero sí que está penado el acto homosexual. De hecho, Los actos homosexuales masculinos -Liwat- y los femeninos -mousahaqa- pueden suponer una pena de tres años de arresto según la legislación tunecina.

El anonimato que ofrece la web permite la labor activista del colectivo LGTB. Así, desde 2011 han surgido numerosos blogs cercanos a la comunidad y dos publicaciones que están dedicadas al colectivo: ‘Gay Day Magazine‘ y ‘Gay Tunisie‘.

Y estas publicaciones no están solas. La página de Facebook ‘Shams – Pour la despenalización de l’homosexualité en Tunisie’ cuenta con más de 25.000 likes. Hecho que ha venido acompañado por una apelación hecha por numerosas organizaciones de la sociedad civil, incluidas las ATSM (Asociación Tunecina para el apoyo de minorías) que piden la derogación del artículo 230 del código penal para conseguir la despenalización de cualquier tipo de acto LGTB.

Los activistas LGTB que se mueven por la web están apostando fuerte por la legalización. Con un trabajo constante pero sigiloso, el activismo cada vez se encuentra más cerca de su ambicioso objetivo…el trabajo y la esperanza están ahí, ahora solo queda que el país se haga a un lado para que todos los clichés contra el colectivo LGTB que permanecen vivos en Túnez puedan ser reformados.