El Comité Olímpico Internacional, tras la mala experiencia -de imagen, no recaudatoria- que suscitó la concesión de los Juegos de Invierno a la ciudad rusa de Sochi en medio de la cruzada de su gobierno contra las personas LGTB, ha decidido evitar nuevas situaciones de este tipo en el futuro.
Para ello el COI ha modificado su plantilla de contrato con las ciudades sede de los Juegos Olímpicos añadiendo una cláusula antidiscriminatoria que incluye la orientación sexual y la identidad de género. De esta manera, los estados que no respeten la Diversidad no podrán acoger ninguna actividad del Movimiento Olímpico.
Este cambio ha sido consecuencia de las presiones de grupos activistas por los derechos humanos y LGTB como AllOut.org -que organizó una movilización mundial de repulsa en la que participó el activismo español-.
Según ha afirmado el portavoz del COI Mark Adams, el texo incluido está basado en el Principio 6 de la Carta Olímpica, que defiende que toda forma de discriminación ‘es incompatible con la pertenencia al Movimiento Olímpico’.
La noticia ha sido acogida con gran satisfacción por los grupo de defensa de los derechos LGTB. Andre Banks, director ejecutivo de All Out, celebró la decisión del COI expresando que éstas son las reglas que ‘evitarán que se repita el caso de Sochi.’