La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, anunció el pasado jueves una batería de medidas para luchar contra la prostitución durante la presentación del II Plan municipal contra la Explotación Sexual. Y por primera vez, el Consistorio tendrá en cuenta la prostitución masculina.
En palabras de la propia Botella, esta actividad ‘va en contra de los derechos humanos porque en un ochenta y tanto por ciento de los casos no ejercen su libertad’. Por ello se mostró radicalmente en contra de cualquier fórmula para legalizarla y expresó la idea de multar al solicitante de servicios sexuales, pero no a quien ejerza esta ocupación.
Sin embargo, del anuncio ha derivado una polémica que concierte tanto a trabajadores del sexo como a sus clientes, ya que la inspección municipal de la prostitución masculina ha sido justificada no por el volumen de personas que la llevan a cabo, sino por -ojito- su ‘clara implicación’ con la propagación del VIH/SIDA.
COGAM: ‘El Ayuntamiento estigmatiza intencionadamente’
Tras el citado anuncio, El colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid ha publicado una nota de prensa en su web en la que avisa del intencionado estigma que se está lanza gratuitamente sobre el colectivo de trabajadores/as del sexo con este tipo de mensajes institucionales:
Según COGAM, la asociación desarrolla diferentes programas destinados a trabajadoras y trabajadores del sexo, con actualmente 1.710 integrantes que ‘ejercen libremente sus servicios y en ningún caso son víctimas de proxenetismo’.
Por otro lado, COGAM sostiene que para prevenir el VIH ‘hay que concienciar a toda la población del uso del preservativo en sus relaciones sexuales’, pero nunca ‘se puede hacer estigmatizando intencionadamente a una profesión o sector población’, denunciando que estos actos ‘aumentan las dificultades que tenemos las ONGs en concienciar a clientes y trabajadores de la realidad del VIH’.
Por ello resuelven que el Ayuntamiento ‘debe trabajar por el bien de todos los ciudadanos […] y en ningún caso puede excluir porque el comportamiento de parte de la población le parezca indigno’. Y además defienden la legalización del trabajo sexual y condenan el proxenetismo y la explotación sexual.