Humor negro y batidos de proteínas para alcanzar el sueño americano

Ficha técnica

Dirección: Michael Bay

Guión: Christopher Markus, Stephen McFeely

Dirección de fotografía: Ben Seresin

Música original: Steve Jablonsky

Nacionalidad: Estados Unidos 

Reparto: Mark Wahlberg, Dwayne ‘The Rock’ Johnson, Anthony Mackie, Ed Harris, Tony Shalhoub, Rebel Wilson, Ken Jeong, Rob Corddry, William Haze, Bar Paly

Calificación: 7 / 10

Fecha de estreno: 30 de agosto 

¿De qué va?

Cuando uno oye hablar de Michael Bay, de manera automática se pone a pensar en explosiones, superproducciones (‘La Roca’, ‘Armageddon’, ‘Pearl Harbour’), sagas (‘Dos policías rebeldes’, ‘Transformers’) en las que uno inevitablemente se pregunta si eran necesarias las segundas y terceras partes de las mismas, efectos especiales, travellings de esos que  demuestran que hay fajos de dinero detrás de sus historias…y mucha, pero que mucha acción.

En este caso, el director californiano se basa en una historia real para pisotear el ‘sueño americano’ y de paso reinventarse a si mismo. Parece paradójico, pero uno de los triunfadores del starsystem hollywoodiense se encarga en ‘Dolor y dinero’ de hacer trizas el ideal del triunfador y la hipocresía que rodea al ‘The American way of life’.  

La historia se centra en la vida de tres culturistas. Daniel Lugo (Mark Wahlberg) es un entrenador personal que está cansado de poner en forma a millonarios que se rodean de cochazos y supermodelos. Un buen día decide que un joven con un cuerpazo como el suyo tiene que vivir rodeado de lujos y para alcanzar su particular quimera decide montar una banda junto a Adrian Doorbal (Anthony Mackie) y Paul (Dwayne Johnson).

Entre los tres se encargan de secuestrar y torturar a un millonario para que les ceda de manera voluntaria -y ante notario- todas sus posesiones.

Sin embargo, como entre los tres secuestradores no consiguen ni juntar un cerebro y todos los planes surgen de series o películas de la televisión, las cosas no salen de manera ideal…

Sabías que…

1-La película cuenta con un presupuesto reducido para estar cercana al género de las superproducciones. Para conseguir fijar el presupuesto en 26 millones de dólares, las estrellas del filme han bajado su caché habitual, en especial Michael Bay y Dwaine Johnson.

2-A pesar de tener un guion de locos, la historia que nos narran en ‘Dolor y dinero’ está basada en hechos reales.

3-En un primer momento John Tuturro iba a ser el actor encargado de meterse en la piel de  Victor Kershaw (el millonario secuestrado), pero finalmente por problemas de agenda su papel fue a parar a  Tony Shalhoub, conocido por ser el protagonista de la serie ‘Monk’.

4-Tanto Mark Wahlberg (‘The Boxer’) como Anthony Mackie (‘Million dollar baby’) tuvieron que machacarse en el gimnasio para conseguir unos auténticos cuerpos de culturistas.

Tráiler ‘Dolor y Dinero’

Tráiler – ‘Dolor y Dinero’

Lo mejor…

1-¿Una de gángsters culturistas? La película que nos plantea Michael Bay es, básicamente, la historia de tres descerebrados. De este modo, ‘Dolor y dinero’ nos regala escenas donde reina el humor del absurdo en las que podemos ver desde barbacoas humanas, hasta el tráfico de leche materna pasando por un catolicismo impregnado de cocaína.

2-Un Michael Bay diferente. Acostumbrados a ver a un director que tira de épica y patriotismo en casi todas sus películas, aquí nos encontramos con un Bay más irónico, crítico y comedido.

3-La BSO. Temas pegadizos, frescos y que pegan más en la historia que la mostaza en los perritos calientes.

4-Los títulos de crédito finales. Aderezados con el ‘Gangsta Paradise’ de Coolio y con imágenes reales de los protagonistas de la historia del filme. 

Lo peor…

1-Excesivo metraje. La duración de la cinta -130 minutos- termina siendo contraproducente para la cinta puesto que deja demasiados momentos ‘muertos’.

2-Guion demasiado plano. Posiblemente este sea el guion más elaborado con el que ha trabajado Michael Bay, pero para la historia que nos cuenta la película, se echa en falta algo más de profundidad.

3-Escenas ‘Made in Bay’. El director se empeña en dejar su marca con su incesante uso de la cámara lenta y los travellings de 360 grados que, con sinceridad, no aportan demasiado a la historia que nos cuenta.