El Acuerdo de Unión Civil -conocido anteriormente como Acuerdo de Vida en Pareja– ha salvado el último obstáculo interpuesto por los grupos conservadores del Parlamento chileno al ser refrendada su idoneidad por el Tribunal Constitucional.
Según refleja la resolución publicada por el Tribunal, el proyecto se encuentra en condiciones favorables para convertirse en ley, previa sanción de la presidenta Bachelet y la espera de seis meses tras su publicación en el Diario Oficial para poder realizar las primeras uniones.
El Tribunal Constitucional expresó tras llevar a cabo la revisión del texto legal, aprobada por el Congreso a finales de enero, la suficiencia de su contenido, desestimando el recurso de inconstitucionalidad presentado por los grupos parlamentarios contrarios a la promulgación de la ley.
El proyecto de ley -enviado a la Cámara por presidente Piñera en 2011 y modificado por la actual mandataria, Michelle Bachelet- determina en su artículo 22 que todas las materias derivadas del nuevo estado civil -denominado conviviente civil- deberán ser tratados por los tribunales de familia.
De esta manera concluye el periplo legal que ha tardado cuatro años en llevar la primera norma de unión civil homosexual al país hispanoamericano, un cambio legislativo que se produce en un momento de avance de todo el continente en el reconocimiento de los derechos LGTB.