Durante los últimos años hemos asistido a un alarmante repunte de la prevalencia del VIH en los hombres homo y bisexuales, una tendencia que ha obligado a los organismos internacionales a reformular la estrategia de control del virus para reducir impacto en la sociedad en un escenario en el que cada día avanzamos un paso más en su erradicación.
Y es precísamente por la cercanía de estas nuevas terapias que mejoren la respuesta médica a la infección y por su cronificación gracias a los tratamiento antirretrovirales que se ha registrado una creciente relajación en los métodos preventivos clásicos, provocando la propagación del virus en personas cada vez más jóvenes y menos sensibles a las campañas de conciencinciación tradicionales.
Con el objetivo de valorar los perfiles idoneos en los que una terapia antirretroviral preventiva impida el acceso del virus al organismo garantizando su coste-efectividad antes de que exista una solución definitiva, el centro comunitario gestionado por Projecte dels NOMS-Hispanosida ha presentado un estudio estadístico llevado a cabo con casi 10.000 de sus usuarios.
¿Qué han explicado?
En el marco experto de la 15ª Conferencia Europea del Sida ha tenido lugar la presentación de los resultados de la investigación de BCN Checkpoint, que establece el perfil de las personas a las que hay que priorizar a la hora de suministrar esta nueva herramienta, en función del riesgo que tienen de contraer el VIH.
Su autor, Michael Meulbroek, ha participado en una mesa sobre la implementación de la profilaxis pre-exposición (PrEP) desde una perspectiva comunitaria junto an otros expertos internacionales. En ella, también ha defendido el papel que deberían jugar los centros comunitarios como BCN Checkpoint en la logística para la entrega, seguimiento y controles médicos que exigen los protocolos de implementación de la PrEP.
En sus propias palabras:
Las tasas de incidencia más altas -oscilando entre 8,4 y 24,7 por 100 personas/año- se han dado entre los hombres que tienen sexo con hombres que no siempre usan condón, han sido diagnosticados de una ITS y han tenido más de 10 parejas sexuales en los últimos 6 meses, con independencia de su rol sexual’.
Tal y como ha señalado Meulbroek, en las guías que ha publicado recientemente la OMS se considera que con una incidencia superior al 3 por ciento la PrEP ya sería coste-efectiva, es decir, que los costes derivados de su implementación son inferiores a los beneficios que conlleva -en comparación con el gasto de la terapia dirigida para la infección crónica-.
Es de merecido recuerdo que la PrEP sirve para impedir que nuevas personas se infecten con el VIH -pero ojo, no protege contra otras ITS- en un momento coyuntural en el que cada nuevo/a infectad/a que no haya reducido hasta la indetectabilidad su carga viral con los tratamientos farmacológicos disponibles genera un mínimo pero constante impulso a la transmisión del virus.